La evacuación complicada y con muy poca frecuencia de las heces es un trastorno común que afecta a 18% de los adultos y puede causar dolor abdominal, dolor de colon y distensión.
Puede estar asociada con la insuficiencia de la función neurológica en la diabetes, lesiones de la médula espinal, esclerosis múltiple y trastornos metabólicos tales como hipotiroidismo, síndrome de Cushing, hipercalcemia y la hipopotasemia.
Por otro lado, el dolor anal con aumento del tono del esfínter, de las hemorroides y las fisuras causa retención de las heces. Del mismo modo, perjudican la libre evacuación las obstrucciones mecánicas colorrectales.
El tratamiento médico que se sigue contra el estreñimiento incluye dietas que evitan el exceso de peso, aumento de la ingesta de líquidos, el ejercicio moderado y la medicación adecuada, si es posible sin laxantes.
Los medicamentos que puedes usar con total confianza y seguridad para el tratamiento del estreñimiento son productos de magnesio y agentes que forman la pasta, sin contraindicaciones.
Con frecuencia los pacientes con estreñimiento se automedican a sí mismos de forma indiscriminada y crónica con laxantes comprados en farmacias y tiendas de alimentos naturales y sin una indicación médica.
Así como el picosulfato de sodio, también otros laxantes de contacto pueden causar dolor de colon y diarrea.
Los laxantes osmóticos como el lactitol y la lactulosa no presentan efectos secundarios, salvo distensión abdominal y gases.
En algunos casos, pueden causar diarrea. Los laxantes lubricantes como parafina líquida, tienen efectos secundarios que interfieren en el buen funcionamiento del colon.
El síndrome del intestino irritable (SII)
Constituye alrededor del 30% de visitas al especialista y el valor aproximado de gente perjudicada por esto es de entre el 10 y 20% de la población total, quienes manifiestan una mayor discapacidad y peor calidad de vida que el resto de la población.
El SII es una combinación de síntomas recurrentes y la ausencia de lesión orgánica que se caracteriza por dolor abdominal, dolor de colon y cólicos; en los que son comunes la infrecuente defecación, los cambios en la motilidad de estreñimiento y la diarrea recurrente.
Dos tercios de los pacientes con intestino irritable tienen síntomas gastrointestinales como dispepsia, acidez estomacal, náuseas, hinchazón o irritabilidad rectal. Mientras que hasta un 75% sufre además de astenia, malestar general, dolores de cabeza e insomnio.
En las mujeres, la menstruación agrava el dolor de colon y la flatulencia.
El SII empeora con las preocupaciones, el estrés, los alimentos con lactosa, fructosa, altos en fibra y grasas, el alcohol, café, té, tabaco, chocolate y bebidas gaseosas.
Es aconsejable evitar estos alimentos, no fumar, tener una vida relajada, respetar el horario de las comidas y un poco de ejercicio.
Es habitual que estos pacientes abusen de laxantes, astringentes, espasmolíticos y ansiolíticos o antidepresivos.
Enfermedad celíaca
Las personas celíacas suelen presentar síntomas de intestino irritable, sumados a la pérdida de peso y la baja estatura, a menudo se une a la anemia adulto, osteopenia y múltiples síntomas de dispepsia.
Entre el 4 y el 5% de los pacientes con dispepsia funcional son en realidad celíacos, y la confusión con el síndrome del intestino irritable se produce en el 15% de los casos, ya que tienen muchos síntomas en común.
Toda persona que sufra de celiaquía debe seguir una dieta estricta libre de gluten.
Consejos sobre estreñimiento.
El estreñimiento moderado no suele ofrecer grandes problemas para la persona que lo padece esporádicamente. Sin embargo, la distensión abdominal y la flatulencia causan grandes molestias a las personas, sobre todo en lugares públicos y fuera de casa.
Te recomiendo que antes de salir de casa bebas mucho líquido, vayas al baño a evacuar y elimines tus gases. Así podrás salir con más tranquilidad sin temor a pasar vergüenza en público.
Asesoramiento sobre el Síndrome del Intestino Irritable (SII)
En períodos sintomáticos de SII con dolor abdominal, diarrea, dolor de cabeza, insomnio y cambios emocionales, las tareas sociales en lugares concurridos deben ser desalentadas si los síntomas interfieren con nuestra labor.
En los viajes largos, la persona debe parar con frecuencia para descansar y relajarse. No debes comer mientras conduces, debes respetar el horario de las comidas y no puedes tomar irritantes digestivos.
Debemos advertir la somnolencia causada por medicamentos utilizados para disminuir la ansiedad que a menudo acompaña el cuadro clínico.
Las bebidas de café y cola, que a menudo se ingieren para disminuir el sueño, empeoran los síntomas del SII. Si tienes sueño, lo que debes hacer es dormir antes de conducir.
Asesoramiento sobre la enfermedad celíaca
En los viajes largos, es aconsejable llevar alimentos libres de gluten para consumir en las paradas que se hacen cada dos horas. Es riesgoso y no adecuado para tus intestinos consumir cualquier alimento en los cafés o restaurantes de carretera, lo que puede favorecer a los molestos síntomas de la dispepsia durante el viaje, y empeorar la enfermedad.