Todas las arcillas poseen un denominador común en cuanto a propiedades se dice, son calmantes, desinfectantes, desintoxicantes, depurativas y antinflamatorias pero según el tipo de arcilla varía su composición haciendo que algunas en concreto estén más indicadas para algunos casos y actuando mejor en un tipo de piel concreto, así que vamos a ver las indicaciones que tienen cada una de ellas.
Arcilla blanca o caolín
Esta arcilla está indicada en tratamientos antienvejecimiento, especialmente para pieles envejecidas y para pieles sensibles por su potente acción calmante y descongestionante. Es la más suave de todas y se puede llegar a utilizar incluso como polvos de talco para las irritaciones de la piel gracias a sus propiedades antisépticas. Elimina tóxinas e impurezas, revitaliza la piel y promueve la renovación celular.
Arcilla verde
La arcilla verde posee una textura muy fina y se utiliza para absorber las impurezas y la grasa de la piel. Esta arcilla a parte de limpiar profundamente la piel, posee propiedades desinfectantes y antibacterianas. Limpia y descongestiona la piel hasta las capas más profundas. Ideal para las pieles grasas y con acné.
Arcilla Roja
A diferencia de la arcilla blanca y verde, esta arcilla no está recomendada en pieles sensibles, con acné u otros procesos inflamatorios. Resulta más adecuada para pieles desvitalizadas, Al igual que el resto de arcillas, depura la piel, aunque el uso de esta arcilla se extiende más a nivel terapéutico. La arcilla roja proporciona calor y favorece el riego sanguíneo y linfático, así como la oxigenación de los músculos.
Bentonita
La bentonita es una arcilla de color gris claro, muy fina, se utiliza para elaborar polvos faciales, exfoliantes y champús en seco. Esta arcilla limpia en profundidad, exfolia e hidrata la piel. Mejora la circulación sanguínea y resulta muy beneficiosa en pieles envejecidas, para tratar manchas y para combatir la flacidez. También es beneficiosa en pieles grasas y con acné.
Arcilla de Rassoul
La arcilla de rassoul, conocida también como la arcilla roja de Marruecos, es de un color grisáceo/rosado y se emplea generalmente para limpiar y nutrir la piel. Previene el envejecimiento y las manchas a la vez que aporta elasticidad y luminosidad a la piel.Se puede utilizar en pieles secas y sensibles así como en el cabello para tratar problemas de caspa, dermatitis seborreica y similares.
¿Cuál elegir?
Aunque todas las arcillas posen propiedades muy similares, la capacidad de cada una de eliminar impurezas e hidratar son diferentes. Por ello, es conveniente elegir aquella que se adapte mejor a nuestro tipo de piel para obtener mejores resultados.
Pieles normales: Este tipo de pieles tolera el uso de arcillas incluso varias veces a la semana. Las más adecuadas para pieles normales son la bentonita, arcilla verde, arcilla de rassoul y arcilla blanca (caolín).
Pieles grasas: Para las pieles grasas podemos optar por la arcilla verde, la bentonita y la arcilla de rassoul.
Pieles secas y sensibles: en este tipo de pieles no conviene extender el uso de arcillas a más de una aplicación a la semana y no superar los 15 minutos. La arcilla por excelencia para pieles sensibles o secas es el caolín o arcilla blanca, aunque el rassoul también resulta muy beneficioso.
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