Y entonces ocurre. Te has decidido a cambiar tu alimentación porque piensas que tu salud va a mejorar y comienzas a tener “trastornos” intestinales.
Con la dieta paleo, he sufrido bastante de gastroenteritis en mi período de adaptación, sin embargo, unos años antes con la dieta de la zona, me sucedió lo contrario: estreñimiento.
En esos momentos, en los que tienes mono de azúcar y encima dolor de tripa, piensas, “estoy peor que antes, ¿esto que m*erda es?” (y nunca mejor dicho), así que veamos qué podemos hacer para solucionarlo.
NOTA: Si no sigues la dieta paleo, estos consejos también te ayudan
Posibles causas
Antes de dar posibles soluciones, hay que saber las posibles causas que pueden producirlo. Pero este no es un tema para tomarse a la ligera, ya que puede suponer un grave riesgo para la salud, así que no dudes en ponerte en contacto con un especialista si esta situación se alarga mucho .
Período de transición
Puede ser simplemente un efecto secundario del periodo de transición de tu dieta habitual a la dieta paleo.
Si el cambio de hábitos es muy radical, es normal que tu cuerpo necesite algún tiempo para ajustarse: piensa que estás pasando de una alimentación basada en cereales y azúcar a una alimentación basada en grasas.
Dale tiempo a tu cuerpo para que decida que la alimentación le sienta bien, antes de que tu cabeza decida que la dieta paleo no es para ti.
Flora intestinal
Una flora intestinal sana es necesaria para nuestra salud en general, y también para que se produzcan de forma correcta los movimientos intestinales que favorecen la digestión de los alimentos y la evacuación de desechos.
Tanto la destrucción de nuestra flora bacteriana por el uso de antibióticos (por ejemplo) como por un crecimiento anómalo de la misma, puede provocar estreñimiento.
Si la flora está dañada, ayudará tomar prebióticos y probióticos (tanto en alimentos como suplementos), pero si la flora bacteriana ha crecido en exceso, te ayudará llevar una dieta baja en hidratos.
Carbohidratos
Si has decidido llevar una dieta muy baja en hidratos, retirando frutas y tubérculos puedes sufrir estreñimiento.
Si los retiras y sigues yendo al baño con normalidad, adelante. Si notas ligeros desajustes, y sabes seguro que tu flora bacteriana no ha crecido en exceso, prueba a reintroducir pequeñas cantidades cantidades de hidratos provenientes de glucosa, ya que una posible intolerancia a la fructosa empeoraría tus problemas intestinales.
Eso sí. Como comentaba en el punto anterior, asegúrate del estado de salud de tu flora bacteriana, antes de incrementar los hidratos, para no empeorar el problema.
Bebe agua. Punto
Salud mental
Cada vez se escucha más acerca de la existencia del eje “intestino-cerebro”, que conecta los dos órganos. Están tan vinculados que como afirma el doctor Mercola:
“En un sentido muy real usted tiene dos cerebros, uno dentro de su cráneo y otro en su intestino. Curiosamente, estos dos órganos en realidad están creados del mismo tejido.”
Hay estudios que vinculan la ansiedad y la depresión a desórdenes gastrointestinales como el síndrome del colon irritable.
Además, puede afectar a la motilidad intestinal, cambios en la secreción gastrointestinal, el flujo sanguíneo a la mucosa, etc…
Es fácil decirte que lleves una vida más relajada, pero al menos por tu salud y porque sólo tenemos un cuerpo, intenta tomarte las cosas con más calma.
Abuso de laxantes en el pasado
Desde que tengo uso de consciencia, recuerdo que algunas de mis tías han necesitado una mezcla de hierbas para poder ir al baño. Se lo recomendaron tras su primer parto, y desde entonces sufren de estreñimiento crónico. El intestino se hace vago, me decían siempre.
El uso de laxantes puede ayudar en momentos muy muy puntuales, pero ten en cuenta que produce un vaciado rápido del intestino, (incluyendo parte de la microbiota intestinal), y su uso excesivo hará que nuestro intestino acabe reaccionando sólo al estímulo de estas sustancias, empeorando el estreñimiento.
Soluciones a corto/medio plazo
Teniendo en cuenta que podemos seguir empeorando nuestra flora bacteriana a fuerza de probar remedios caseros, yo recomedaría:
Magnesio, mezclado con mucha agua antes de dormir. El magnesio ayuda a la motilidad intestinal y relaja la musculatura por lo que te ayudará a descansar también.
Ejercicio. Aunque las burpees son un gran ejercicio para mover el intestino, el dar largos paseos a ritmo ligero puede ayudarte a combatir el estreñimiento.
El jengibre es nuestro amigo: ayuda a regular la acidez estomacal y estimula la peristalsis intestinal.
Supositorios de glicerina, por si la desesperación te hace acudir a un laxante (puntualmente).
Por supuesto hay más recomendaciones, pero dependerán de la salud de tu flora (por ej. probióticos si tu flora está dañada) y de los alimentos que suelas incluir en tu dieta (por ejemplo, la cafeína).
Referencias
Dr. Mercola, cómo afecta el estrés a tu intestino
The Paleo Leap, Dealing with constipation
The paleo solution, Chris Kresser y Robb Wolf sobre el estreñimiento en la dieta paleo
The post Dieta paleo y estreñimiento appeared first on Paleomoderna.