Pero, ¿dormimos bien? Muchos de vosotros seguro que decís que no. El trabajo, las actividades sociales, el estrés... pueden afectar a nuestros horarios de sueño y la calidad de las horas de sueño.
El viernes antes del equinoccio de primavera se celebra el Día Mundial del Sueño, es decir, mañana. Su objetivo es sensibilizarnos e informarnos sobre los trastornos del sueño y la importancia de una buena calidad de sueño sobre la salud.
El lema de este año es "Sueño saludable, envejecimiento saludable", para concienciarnos de que si cuidamos nuestro sueño mejorará nuestra calidad de vida. Pero si nuestro sueño no es el adecuado, nuestra calidad de vida disminuirá.
No somos conscientes de que los trastornos del sueño se pueden prevenir o tratar y es mejor buscar ayuda de un profesional si lo necesitamos. Quizás pienses que eres tú solo, pero un 45% de la población sufren trastornos de sueño que amenaza su salud.
Hay tres elementos del sueño para valorar su calidad:
Duración: La duración del sueño es muy importante, debe de ser suficiente para que podamos descansar y estar alerta al día siguiente. ¿Duermes lo suficiente? Lo ideal es ente 7 y 9 horas al día, aunque no siempre se logra. Tenemos que intentar que nuestras horas de sueño no sean menos de seis ni más de 10.
Continuidad: Otro indicativo de que nuestro sueño es de calidad es que los periodos de sueño sean continuos y sin fragmentación. ¿Sueles dormir del tirón o te despiertas por la noche?
Profundidad: El sueño debe ser suficientemente profundo para que sea reparador. La fase del sueño REM, en la que estamos dormidos pero hay una actividad importante cerebral y orgánica, tiene como finalidad recuperar y preparar nuestro organismo para la actividad del día siguiente.
No dormir bien tiene efectos perjudiciales en nuestra salud corporal y mental que podemos notar tanto a corto como a largo plazo.
¿Como podemos mejorar nuestra calidad de sueño? A continuación te enumero una serie de acciones a tener en cuenta para mejorarlo, evitar despertarte por la noche y lograr conciliar el sueño nuevamente:
Establece un horario para acostarte y levantarte.
Crea un entorno adecuado para el sueño.
No duermas con el móvil encendido.
No uses móvil, tablet, ordenadores, radio o televisión antes de dormir porque son activadores del cerebro y dificultan la conciliación del sueño. Mejor lee un libro.
Minimiza la luz como la que pueda entrar de la calle.
Utiliza ropa cómoda para dormir.
Encuentra la temperatura a la que te encuentres cómodo, el frío y el calor no ayudan a dormir.
Intenta aparcar el estrés y las preocupaciones.
Practica ejercicio regularmente.
Evita consumir comidas y bebidas estimulantes, pesadas, picantes o ricas en azúcar cuatro o seis horas antes de ir a la cama.
Como vemos, la cena debe de ser sana y ligera para que nos ayude a dormir y descansar bien y aquí os propongo unas de mis favoritas.
¡Feliz Día Mundial del Sueño!