Seguro que te ha pasado por la cabeza o alguna vez has odio frases míticas y autolimitantes como “las personas no cambian“.
Es muy probable que esa persona que se la has oído decir eso ha enfatizado diciendo al final “y punto. La gente es cómo es…”.
Bueno, esta entrada intenta transmitir un pequeño aire de aliento si tú crees que necesitas cambiar alguna conducta (sobre todo si es deportiva) y no tienes mucha fe en ello.
Las personas no cambian si no se les deja
Como el subtítulo te muestra, todos y digo todos estamos condicionados por los comentarios que oímos tanto externos como internos. Seguro que te estás preguntando “¿se te ha ido la cabeza, David?”. Pues no.
Como sabes nuestro peor enemigo muchas veces lo llevamos dentro.
Nuestro Pepito Grillo no para de decirnos lo que podemos o no podemos hacer y muchas veces sin evidencias de ningún tipo. Pero ahí está él, tajante y autoritario castigándonos si no le hacemos caso con un “¿te lo dije o no te lo dije?”.
Obviamente con comentarios así las personas no cambian ni aunque les paguen, pero si me permites, quiero decirte algunos puntos para que puedas debatir contra nuestro mayor enemigo.
Todo lo que pensamos lo hemos aprendido
Verás, aunque no lo creas tú eres la unión de todos las personas que han pasado junto a ti en correlación con tu contexto. ¿Cómo?
Desde que nacemos no paramos de absorber todos los valores y creencias que tienen las personas de nuestro alrededor. Principalmente nuestra familia más directa.
Nos transmiten lo que piensan de la vida, sus valores e ideales pero también sus frustraciones y sus miedos. No lo hacen aposta, más bien lo hacen inconscientemente y quizás sin intención.
Frases como “no hagas eso”, “ten cuidado porque yo no pude”, “con el deporte no se puede vivir” (el mismo ejemplo con la música). No ayuda mucho a que una persona pueda cambiar de forma consciente.
Si nos bombardean cada día con frases como esas, ¿tú crees que las personas no cambian? ¿Cómo lo van a hacer si no han tenido la oportunidad?
Niveles en nuestras conductas
Fíjate en la foto. Todo lo que hacemos que se puede percibir por los demás son nuestras conductas que mostramos cuando actuamos en el contexto que nos ha tocado.
Por debajo de ellas, sólo tú sabes qué pasa. En el primer nivel tenemos nuestras aptitudes con “p”. Son nuestras fortalezas y debilidades. Por decirlo de otra forma, son nuestras habilidades y destrezas.
Dentro del ámbito deportivo, son las habilidades que hacen que tengamos el nivel que tenemos tanto físicamente como intelectualmente.
Pasado ese nivel las personas no cambian debido al nivel en el que están las actitudes. Unas personas son más conscientes que otras de este nivel. Aquí es donde las personas piensan que los errores no son tales sino aprendizajes de cómo no se debe hacer un determinado movimiento o actividad deportiva.
Mientras que otros se frustran, se cabrean con ellos mismos y piensan que ellos no pueden fallar porque si no, nunca estarán en la élite.
En el último punto, y este es bastante difícil de modificar por eso las personas no cambia, son nuestros valores e ideales de la vida que nos introdujeron o reprogramaron desde nuestra infancia nuestras familias.
El que tú creas una determinada cosa como algo axiomático (o sea que se sobrentiende que todo el mundo piensa igual que tú y que no necesita siquiera explicarlo como 2+2=4) es muy, muy difícil porque ni siquiera eres consciente de que hay otras alternativas.
Aquí en este punto juegan una mala pasada nuestros pensamientos limitantes e irracionales porque aprendimos que así eran las cosas para nuestra familia.
Me gustaría que vieras un pequeño vídeo que te he hecho para que puedas meditar esto último que te he comentado y después saca tus conclusiones.
Cómo cambiar la tendencia deportiva
Bueno ya has visto por qué las personas no cambian. Por no salir de su zona de confort, por miedo o porque no saben hacer otra cosa. Qué sé yo.
Como siempre digo, este post es para hacerte ver que tienes que ser consciente de la problemática que conlleva siempre ser como tú eres.
¿Por qué no te planteas tener una tendencia deportiva? Me explico, imagínate que eres un jugador que juega en la posición de base y tu conducta de forma rígida es entrar a canasta en forma de bandeja siempre.
A lo mejor te ha funcionado bastante bien hasta ahora, pero tienes que ser consciente de que no siempre podrás hacerlo igual de bien, ya que hay jugadores mucho más altos que tú.
O si eres un tenista o jugador de pádel imagina que cada vez que te tiran cerca de la red la pelota tú porque sí, haces un globo. Da igual de cómo está el contrincante.
¿Te imaginas cómo va a acabar la cosa? Si tu rival te estudia bien, sabrá esa conducta y cada vez que te deje la pelota cerca de la red estará preparado para ese globo.
Por eso te invito a que si eres muy rígido pruebes tú mismo los costes y beneficios que conlleva el cambiar dicha conducta de vez en cuando (por eso lo de tendencia, que viene a decir algo así como casi siempre).
Haz como los investigadores y vete probando ensayo-error cuál es la mejor alternativa para cada circunstancia y para cada momento.
No digas las personas no cambian y rompe con ese paradigma que te puede hacer lastrar todos tus objetivos deportivos.
¿Te ha gustado la entrada sobre que las personas no cambian? Déjame tu comentario al respecto y dime si te gustó el vídeo.
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