Los bebés, cuando nacen, no están completamente formados. Tienen que terminar el desarrollo de diferentes órganos, entre ellos, el del aparato digestivo. Por eso, el cambio de color en sus deposiciones es algo normal. Esta variación también se ve influida por otros tres factores determinantes:
- La edad del bebé
- El tipo de leche que consumen: materna o de fórmula
- Si han comenzado a ingerir alimentos sólidos o no
Tal y como explica Andrea Masía, responsable de pediatría de Mamicenter, un Startup de salud infantil: "Las deposiciones cambian muchísimo según la edad. En el caso de los bebés, tendrán su primera deposición de un color negro verdoso, como alquitrán, que realizarán si todo va bien en el hospital. A partir de ahí, variarán si los bebés se alimentan de lactancia materna o de lactancia artificial o si mezclan ambas".
A continuación, os ofrecemos todas las claves necesarias para que, antes de acudir al médico, seáis capaces de juzgar por vosotros mismos las heces de vuestros bebés.
¿Cuántas veces al día debe hacer caca un bebé?
Durante los primeros meses de vida, no hay una cantidad establecida. Variará en función de los tres factores mencionados.
Aquellos que toman leche materna y no consumen alimentos en estado sólido pueden defecar desde una vez cada tres días a cuatro veces al día. Por su parte, los que consumen leche de fórmula, lo normal es que lo hagan cada día, para evitar el estreñimiento.
También, es importante conocer el fenómeno denominado disquecia del lactante. A veces, pensamos que a los bebés les cuesta hacer caca porque se ponen rojos y hacen fuerza. Pero no es así. Lo que sucede es que padecen este trastorno que provoca una falta de sincronización entre lo que quieren hacer y lo que hacen. No es algo que deba preocuparnos, ya que se debe a su sistema inmaduro.
¿Qué colores puede tener la caca de un bebé?
1. Negra: suele producirse durante los primeros días y se conoce con el nombre de meconio. Se trata de una sustancia negra que se forma en los intestinos del pequeño durante el embarazo y que está compuesta por bilis, mucosidad, células de la pared intestinal, secreciones y líquido amniótico. Su eliminación es síntoma de que el organismo del bebé está funcionando correctamente.
Si se vuelve a desarrollar en los siguientes meses, se puede deber a la presencia de hemorragias intestinales o a la ingesta de hierro. En estos casos, lo mejor es ir al médico para que nos ofrezca un diagnóstico adecuado y fiable.
2. Roja: en algunos casos, puede ser consecuencia de la presencia de sangre en el tramo final del intestino o de una gastroenteritis. En otros, del consumo de bebidas rojas, purés de tomate, jarabes de este color... Lo ideal es acudir a un especialista para cerciorarnos de que no se trata de algo grave.
3. Blanca: La gastroenteritis o enteritis pueden producir heces de este color. Sin embargo, también se puede deber a causas más graves como una infección de hígado. Para asegurarnos de que no sea algo malo, lo primero que tenemos que hacer es acudir al médico para que le haga las pruebas pertinentes.
4. Amarilla: No tenemos que preocuparnos, ya que suele ser consecuencia del consumo de algún fármaco o incluso, de los lácteos. Si alimentáis a vuestro bebé con leche de fórmula, es probable que tenga la caca de este color y que además, presente un olor fuerte.
5. Verde: Tampoco debe a alarmarnos. Puede ser provocada por el hierro, las espinacas, la diarrea... y también, por nutrir al bebé con leche materna.
6. Marrón: significa que todo está yendo correctamente. Es habitual en aquellos niños que han pasado del consumo de leche a los alimentos sólidos.
Antes de acudir al médico, podemos utilizar diversas aplicaciones que resuelven dudas sobre la salud de nuestros bebés al instante.
Ahora que ya conocéis por qué se producen los diferentes colores, ¡no os preocupéis antes de tiempo!
Fuentes:
Club de padres - Laboratorios Ordesa
Mi bebé y yo
Baby Center