El enfermero, osteópata craneosacral y terapeuta del Método Rubio, Pedro Camacho, del Centro Médico Ssyna, nos habla sobre el cólico del lactante, qué es, cómo se puede prevenir y cómo se puede tratar a través de métodos naturales.
El cólico del lactante es una patología muy común hoy en día, 4 de cada 10 niños lo padecen. No es que actualmente haya más, sino que se diagnostica mejor.
El cólico en sí es un dolor espasmódico que puede ser producido por gases, entre otras causas. El niño está llorando constantemente, algunos papás me definen que es una molestia al final de la tarde, otros que es durante todo el día.
¿Cómo podemos saber que se trata de un cólico?
Hay determinados signos y síntomas que definen como puede ser un cólico del lactante, puede ser que:
el niño llora desconsoladamente y no hay manera de calmarle
no tiene hambre
no tiene frío ni calor
le cuesta dormirse
no se ha hecho caca ni pis en el pañal
estira y encoge las piernas
la tripa se pone dura
se ponen muy rojos y tensos
¿Cómo se diagnostica el cólico del lactante?
Lo primero que hago es hacerle una historia clínica a la mamá. Le pregunto como fue el parto, qué tipo de leche se le da al niño, si es lactancia materna o artificial, que me cuente cuando llora el niño, que posiciones hace. Luego exploro al niño, le toco la tripa y, a veces, es muy claro que se trata de un cólico por la zona donde le duele.
¿Se puede prevenir?
Cuando ya hay una molestia instalada, es difícil que se pueda prevenir.
Sí hay algunas cosas que se pueden hacer, como por ejemplo, expulsar bien los gases después de todas las tomas, lactar o dar el biberón de manera correcta o estar pendiente de que el niño haga sus deposiciones correctamente, entre otras cosas.
¿Qué tratamientos se aplican?
Yo aplico varios tratamientos, que son aplicables también al estreñimiento y al reflujo gastro esofágico.
Lo primero que hago es una valoración de osteopatía craneosacral, veo como están las suturas de la cabeza y si ha sido un parto traumático veo si hay un atrapamiento del nervio vago relacionado con la irrigación de la zona intestinal.
También me baso en la historia clínica de la mamá, cómo fue el parto y si hay intolerancia o no a la leche.
Finalmente, desde el punto de vista de la osteopatía visceral empleo el Método Rubio. Con éste método se va tratando el intestino ángulo por ángulo, válvula por válvula y se va quitando toda la tensión.
Una primera consulta se va a 1 hora y media, entre el diagnóstico, el tratamiento y los consejos para que los papás sepan como ayudar al niño.
Normalmente, el 80% de los niños se recuperan en dos sesiones. Entre una sesión y otra debe pasar de 4 a 7 días para ver la reacción que ha tenido el cuerpo, ya que no todos los niños son iguales ni tienen la misma causa que ha provocado el problema.
Algunas veces se necesita una sesión extra porque una vez que se ha quitado el cólico, aparece una patología de base, como la intolerancia a la lactosa o reflujo gastro esfógico. En ese caso, derivamos al pediatra, al digestivo o a la homéopata.
¿Qué recomendación quieres dar a las personas que nos leen?
La principal recomendación es que cuando los papás noten que algo le pasa al niño, cuanto antes actúen, cuanto antes va a mejorar. Es recomendable acudir a un profesional para que le asesore adecuadamente.
Entrevista realizada por Lic. Rosalie Orens
Agradecemos la colaboración de:
Pedro Camacho
Enfermero del Servicio de Neonatología
del Hospital Nuestra Sra. del Prado,
osteópata craneosacral
y terapeuta del Método Rubio
http://www.colicolactantetalavera.es/
Centro Médico Ssyna
Talavera de la Reina
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