La llegada de un bebé al mundo es el final feliz de un largo y emocionante proceso que comienza incluso varios meses antes de que se produzca la concepción. La mujer y su pareja deben estar seguros completamente de la aventura que van a emprender pero, además, deben cerciorarse de que están preparados para ser padres física y psicológicamente.
La madre, según los expertos, debe comenzar a prepararse para el embarazo varios meses antes de concebir.
La forma física, los malos hábitos, el peso e incluso la dieta, influyen tanto en la fertilidad como en el embarazo, por lo que es necesario llevar una vida saludable, hacer ejercicio de forma regular y reducir el estrés antes de ponerse manos a la obra.
Dejar de fumar y de beber
También es recomendable dejar de fumar y reducir al mínimo el consumo de alcohol, así como tratar cualquier enfermedad o dolencia que pudiera influir negativamente en el embarazo. El tabaco, además de tener un efecto nocivo sobre la salud en general, reduce notablemente la fertilidad. Además si se fuma durante el embarazo, se incrementa el riesgo de sufrir un aborto, que el niño sea prematuro o que nazca con poco peso.Un par de copas de vino a la semana como máximo puede ser el límite antes de la concepción, sin embargo, no se recomienda abusar del alcohol ya que también se reduce la fertilidad. Los hombres que beben en exceso también producen un esperma mucho más débil que los que no lo hacen, por lo que se recomienda en todo caso la moderación.
Prevenir la espina bífida
El ginecólogo recomienda comenzar a tomar suplementos de ácido fólico un par de meses antes de la concepción para que la mujer pueda tener suficientes reservas antes de que el feto comience a formarse en su interior. Con el ácido fólico se reducen sustancialmente las posibilidades de que el bebé pueda tener espina bífida. La cantidad recomendada es de 400 microgramos cada día.Muchos expertos suelen recomendar también la ingesta de suplementos ricos en calcio y de yodo, sin embargo, antes de tomar cualquier medicamento es necesario consultar con el médico de cabecera y el ginecólogo.
Se debe realizar una visita al especialista antes de comenzar a buscar un bebé. Se le deben consultar las posibles dudas y se le debe informar sobre los medicamentos que se están tomando, en caso de que así sea, pues la ingesta de medicinas con o sin receta puede tener efectos perjudiciales para el feto. Algunas enfermedades como la epilepsia, el asma o la diabetes suelen tener una medicación muy fuerte que debe ser cambiada por otra menos agresiva, de ahí que sea importante consultar al médico antes de la concepción.
Visita al médico
El ginecólogo debe revisar a la madre con suficiente antelación ya que algunas enfermedades de transmisión sexual pueden reducir la fertilidad así como el estado general de salud de la madre. Se deben buscar posibles infecciones bacterianas y víricas. El tratamiento de algunas enfermedades de transmisión sexual precisa del consumo de antibióticos, por lo que deben curarse antes de la concepción.Antes de buscar un bebé, la mujer debe hacerse una prueba para cerciorarse de que es inmune a la rubéola. En España las mujeres suelen vacunarse en su adolescencia para evitar las consecuencias que esta enfermedad puede tener durante el embarazo pues se trata de una enfermedad vírica que puede provocar anormalidades en los bebés. No se debe quedar embarazada hasta un mes después de haberse vacunado de rubeola.
También se recomienda hacerse una revisión dental completa antes de concebir ya que no se podrían utilizar rayos x ni anestesia durante el embarazo en caso de que fuera necesario. A las mujeres embarazadas se les recomienda visitar al dentista durante la gestación pero se desaconsejan los empastes debido a que puede pasar mercurio al bebé por la corriente sanguínea, una sustancia altamente tóxica.
La pareja debe comprobar también que la vivienda es adecuada para la llegada de un bebé y hacer la reformas pertinentes antes del embarazo, pues los productos tóxicos, así como el estrés de la reforma, pueden afectar negativamente tanto al feto como a la madre.
Se trata por lo tanto, de una aventura emocionante que comienza mucho antes de la concepción y que precisa de muchos cuidados previos. Será el médico en todo caso el que deba guiar a la futura mamá y el que deba dictar las pautas que deba seguir para que el proceso llegue a buen puerto sin complicaciones innecesarias.