Es muy frecuente que una vez inicies un entrenamiento constante y consecuente, empiece a ganarte la ansiedad, ya quieres ver resultados. Esto es completamente natural y comprensible. Sin embargo, el volumen muscular se gana en relación con diversos factores; el tipo de entrenamiento, la genética, el metabolismo de cada quien, la alimentación, entre otros factores.
Lo más importante en estos asuntos es lograr tener un entrenamiento integral, que incluya una alimentación adecuada dirigida a aumentar la masa o volumen muscular, llevar un entrenamiento acorde con tu tipo de cuerpo, que bien puede ser por grupos musculares o generales, dependiendo del enfoque de tu entrenador.
Primero que nada, debes prepararte psicológicamente para entender que los cambios sí son posibles, pero no serán visibles en lo inmediato, y que necesitarás llenarte de paciencia para obtener los resultados que esperas. Hablamos de semanas o incluso varios meses. De hecho, algunas personas pueden ver algunos cambios en un par de meses, entrenando de 4 a 5 días por semanas, mientras otros pueden llevar meses con la misma rutina sin ver resultado alguno.
Los resultados en general pueden empezar a consolidarse entre 6 y 10 meses después de haber empezado tu entrenamiento disciplinado. Pero no te angusties si no te ocurre; si estás haciendo lo necesario, en aproximadamente un año podrás ver resultados sostenibles, además de que para ese tiempo ya habrás consolidado hábitos de alimentación y rutinas de ejercicios que formarán parte de tu vida diaria.
Deja de lado la ansiedad y concéntrate en nuevos hábitos de alimentación y ejercicios para lograr que tus músculos crezcan de forma armónica y saludable. Es importante que hagas pausas inter-diarias una o dos veces por semana para que los músculos puedan recuperarse y acondicionarse para un mejor resultado. Y, no descuides la actividad cardiovascular, que es la que garantiza que cuides tu salud de forma integral.