Uno de cada 12 personas tiene diabetes y cada siete segundos una persona en el mundo se muere de la enfermedad.
Estos son algunos datos bastante impactantes, de ahí la importancia de subir un poco la conciencia: ¿Cuáles son los diferentes tipos de diabetes? ¿Son prevenibles y manejables a través de la dieta? Y ¿Se puede reducir el riesgo?
Antes de continuar, por favor, hay que entender que la diabetes es una afección grave y lo recomendable es trabajar estrechamente con un médico, educador en diabetes y otros profesionales de la salud para asegurar que estás recibiendo el tratamiento adecuado, adaptado para la condición.
La prediabetes
La prediabetes también es conocida como resistencia a la insulina, puede progresar a diabetes.
Para explicar de la forma más simple: Cuando comemos alimentos que rápidamente se convirtien en glucosa, como en el caso de los alimentos procesados y el azúcar, el cuerpo produce una gran cantidad de insulina para llevar la glucosa y que las células la utilicen para energía.
Si seguimos comiendo grandes cantidades de estos alimentos, el cuerpo libera más insulina.
Entonces, es comprensible que después de un tiempo el cuerpo se agote por esta constante producción de insulina.
El páncreas termina agotado (el órgano responsable de producir insulina) y las células se convierten en insensibles a la hormona, es decir, no responden a la insulina, lo que se conoce como resistencia a la insulina.
Esto representa un caos metabólico para el cuerpo y rápidamente conduce a la diabetes tipo II si se deja sin tratamiento.
Opciones de tratamiento:
Es evitable!
Factores de estilo de vida como dejar el azúcar, mantener un peso corporal saludable y una dieta de alimentos ricos en nutrientes, todo pueden ayudar a detener la progresión de pre-diabetes a diabetes tipo II.
Pero más sobre esto adelante, no comamos ansias…
Diabetes tipo I
Se trata de una enfermedad autoinmune, lo que significa que el cuerpo destruye sus propias células de fabricación de insulina.
El cuerpo no puede convertir el azúcar en energía por su propia cuenta, de ahí que los pacientes son altamente dependientes de las inyecciones diarias de insulina.
Por lo general se diagnostica en personas menores de 30 años, las causas de la diabetes tipo I no están del todo claras.
Los pacientes con diabetes tipo I deben estar bajo el cuidado y la estrecha supervisión de un profesional de la salud y educador en diabetes para ayudar a afinar la dieta.
Nota: Si bien existen algunas correlaciones con factores de estrés y estilo de vida, no hay ninguna forma conocida de prevenir la diabetes tipo I, tampoco hay una cura (todavía).
Pero puedes ayudar a manejar la enfermedad con medicamentos, dieta y estilo de vida.
Monitoreo de los niveles de azúcar en la sangre: El médico trabajará con el enfermo en mantener los niveles de glucosa en sangre óptimos.
Ayudara a mantener el equilibrar mediante el consumo de alimentos saludables, actividades, estilo de vida y medicamentos para la diabetes.
Inyección de insulina: Debido a que los pacientes no pueden producir insulina deben inyectarse diariamente.
Comer comida real: Aunque el estilo de vida puede no ser la causa de la diabetes de tipo 1, las decisiones que tomes ahora pueden minimizar muchas de las complicaciones asociadas como las enfermedades del corazón, ceguera, daño a los nervios y enfermedad renal.
Reducir el estrés en los niños: Un estudio con una población cercana a los 6.000 niños indicaron un riesgo triple de desarrollar diabetes tipo 1 si sus madres se habían divorciado, o si el niño había sufrido violencia durante la infancia.
Aunque basada en cuestionarios de los padres y no en el estándar de oro de la ciencia, vale la pena investigar el vínculo entre la autoinmunidad y estrés.
Sol: Hay evidencia que sugiera que la vitamina D puede reducir la probabilidad de desarrollar diabetes tipo I en hasta un 30 por ciento.
De ahí la importancia de tomar sol a diario.
La diabetes tipo II
La diabetes tipo II es una progresión de la prediabetes, marcada por la resistencia severa a la insulina y los niveles elevados de azúcar en la sangre.
A diferencia de los pacientes con diabetes tipo I, los enfermos del tipo II producen insulina, pero no la pueden utilizar eficazmente o no producen la suficiente.
La enfermedad es a menudo descrita como una enfermedad de estilo de vida porque es mucho más común en personas que padecen sobrepeso u obesidad, tienen grasa central, niveles elevados de colesterol y presión arterial alta.
La diabetes tipo II pueden dañar las células pancreáticas a tal grado que los pacientes pueden acabar necesitando inyectarse insulina, al igual que en la diabetes tipo I.
Se ha establecido que una dieta de alimentos saludables y ejercicio regular es más eficaz en la prevención de la diabetes tipo II que cualquier tratamiento farmacológico.
Si has sido diagnosticado con diabetes tipo II, también puede considerar lo siguiente:
Pacientes con diabetes tipo II deben estar bajo el cuidado cercano de un educador de diabetes y profesionales de salud para ayudar a controlar su condición.
Comer verduras: Los estudios han demostrado que comer más frutas y verduras reduce el riesgo de diabetes.
Una dieta tipo Paleo mejora la tolerancia a la glucosa en un 27 por ciento.
Mantener un peso saludable: El riesgo de diabetes tipo II aumenta con el índice de masa corporal (IMC) y la cintura.
Un estudio concluyó que la magnitud del riesgo por obesidad es mucho mayor que por la falta de actividad física.
Eliminar el azúcar: Especialmente la fructosa, se ha demostrado que aumenta el riesgo de diabetes.
Amamantar: Si es posible. Mientras mayor sea la duración de la lactancia materna, mayor protección tendrá la madre contra la diabetes tipo II.
Reducir el estrés: Las investigaciones sugieren que el uso regular de técnicas de gestión del estrés pueden reducir significativamente los niveles de glucemia en la diabetes tipo II.
Sol. Deficiencia de vitamina D se sospecha que juegan un papel en la formación de tipo I y diabetes tipo II.
Suplementos: Se ha establecido que entre muchos otros, vitamina B, vitamina C, vitamina K, magnesio, cromo y zinc pueden todos ellos desempeñar un papel en la prevención de la diabetes o sus complicaciones tales como enfermedades cardíacas y renales, ceguera y daño del nervio.
Diabetes tipo III
¿Diabetes tipo III?
¿Qué rayos es la diabetes tipo III? Me alegro que hayas preguntado.
La diabetes tipo III está ganando aceptación como el nuevo nombre para la enfermedad de Alzheimer.
La resistencia a la insulina es un factor de riesgo clave para la progresión del Alzheimer.
De hecho, las personas con resistencia a la insulina, en particular, quienes padecen de diabetes tipo II, son 30-60 por ciento más propensos a sufrir la enfermedad de Alzheimer.
Es aterrador!
Nota: La resistencia a la insulina es un factor de riesgo clave para la progresión del Alzheimer.
Diabetes gestacional
En pocas palabras ya que estoy preparando una entrada al respecto: Condición que describe los niveles de glucosa elevados en la sangre que se inicia durante el embarazo.
Las hormonas producidas durante este tiempo pueden reducir los efectos de la insulina.
Insulina, que por supuesto, ayuda a trasladar el azúcar de la circulación sanguínea en las células para ser utilizado como combustible.
La diabetes es un tema enorme!
Así que me encantaría conocer tus interrogantes al respecto en los comentarios abajo e intentare dar respuesta en el blog tan pronto como pueda.
Temas sobre salud, las enfermedades en la sociedad actual