Son dos técnicas muy diferentes que ofrecen resultados sumamente efectivos, en este artículo vamos a ver en detalle de que se trata cada uno y para qué casos son apropiados.
Ultracavitación
Como dijimos anteriormente es un tratamiento de reducción y moldeo corporal, ofrece resultados excelentes en adiposidad localizada que se resiste a dietas y ejercicios.
Cabe hacer la aclaración de que no sirve como tratamiento de la obesidad ni de descenso de peso, para poder utilizarlo hay que estar en el peso corporal adecuado y tener depósitos de grasa localizados de más de 4 cm.
Los equipos de ultracavitación, emiten energía ultrasónica por medio del cabezal que se apoya sobre la zona a tratar para romper las células adiposas y lograr que liberen su contenido.
La energía ultrasónica (no audible para el oído humano), al penetrar en el tejido crea micro-burbujas que explotan y generan ondas de choque, las que lesionan selectivamente los adipocitos consiguiendo que se filtre el contenido graso al espacio intercelular.
Una parte de la grasa liberada es excretada por orina y heces durante las primeras 24 horas, el resto debe ser metabolizado mediante actividad física inmediata para evitar que se acumule en los órganos (sobre todo el hígado).
Los resultados de la ultracavitación comienzan a verse desde la primera sesión. La piel de la zona tratada se ve mucho más blandita y floja porque la grasa ha tomado consistencia semi liquida, por lo que es importante usar faja para ayudar modelar el contorno.
La cantidad de sesiones depende del caso en particular, pero por lo general no menos de 5. Permite tratar abdomen, flancos, espalda baja, glúteos, cadera y muslos.
Contraindicaciones de la ultracavitación
Insuficiencia renal o hepática
Cardiopatías
Epilepsia
Embarazo o lactancia
Cáncer
Prótesis metálicas en la zona a tratar
Marcapasos u otros dispositivos electrónicos
Problemas auditivos
Enfermedades infeccionas
Piel lesionada
Hipercolesterolemia
Criolipólisis
Es un excelente tratamiento de estética corporal para eliminar la adiposidad localizada, y como su nombre lo indica, utiliza frío intenso para destruir las células grasas.
Las bajas temperaturas que emite el aparato, menos de 0º C. y absolutamente controladas, destruyen los adipocitos sin causar lesión alguna a los tejidos adyacentes.
Su efectividad radica en que cristaliza las células grasas logrando que mueran naturalmente de forma paulatina, y como no tienen la capacidad de regenerarse desaparecen para siempre. De este modo se reduce considerablemente el número de adipocitos, lo que asegura que la lipodistrofia no vuelva a aparecer.
Cabe destacar que siempre quedan células grasas, esto es necesario para el correcto funcionamiento del cuerpo, y son estas las que ante un aumento de peso, incrementan su volumen pudiendo generar nuevos cúmulos grasos.
Otra ventaja que presenta la Criolipólisis es que no aumenta los niveles de triglicéridos en sangre y la piel tiene el tiempo suficiente de adaptarse al nuevo contorno, lo que evita la flacidez.
Se puede aplicar en abdomen, flancos, espalda, brazos, trocánteres, e incluso la papada. Los resultados comienzan a verse pasados unos 2 a 4 meses, ya que este es el tiempo necesario para que los adipocitos lesionados mueran y sean absorbidos por el organismo.
La criolipolisis es indicada para personas que están en su peso corporal adecuado pero tienen depósitos grasos que no se quitan ni con dietas o ejercicios.
Contraindicaciones de la criolipólisis
Embarazo y lactancia
Obesidad
Desaconsejada durante el ciclo menstrual
Problemas cardíacos
Enfermedades crónicas, procesos infecciosos o alteraciones en la coagulación
Daniela Montecchiarini