De acuerdo a diversas publicaciones especializadas en el tema de la salud, consideran a los radicales libres como aquellos químicos localizados al interior de nuestro organismo capaces de dañar las células y el material genético; los radicales libres se estima, son generados regularmente por alguna o varias de las siguientes causas:
1.- Por la acción de la luz solar sobre la piel o los ojos,
2.- Por la contaminación del aire que respiramos y del agua que bebemos,
3.- Otros se encuentran en los alimentos que comemos y,
4.- Otros más son generados como subproductos inevitables de convertir los alimentos en energía.
Los especialistas estiman que los radicales libres se presentan en múltiples formas, tamaños y configuraciones
químicas. Lo común en todos ellos, es que comparten un apetito voraz por los electrones, apropiándose de ellos de cualquier sustancia cercanas que los genere, afectando y alterando con ello la estructura de las células sanas.
Nuestro organismo para la defensa de la amenaza y disminución del riesgo de los radicales libres, obtiene de diversos alimentos una amplia gama de antioxidantes, se estima que ellos proporcionan una gran cantidad de electrones a los radicales libres, sin convertirse en sustancias dañinas, manteniendo con ello un equilibrio saludable, lo que deja a salvo las células sanas.
De acuerdo con lo anterior, se estima que los antioxidantes poseen la propiedad química consistente en poseer la capacidad de actuar en el organismo como donantes de electrones, y los especialistas advierten que cada uno de los antioxidantes tiene comportamientos químicos únicos y propiedades biológicas particulares, por lo que no se consideran que son intercambiables.
Los expertos señalan como algunos de los antioxidantes más conocidos a la vitamina C, a la vitamina E, al beta-caroteno y otros carotenoides relacionados, junto con los minerales como el selenio y el manganeso, así como otros nutrientes como los flavonoides, fenoles, polifenoles, fitoestrógenos, y muchos más.
El consumo de frutas y verduras es considerado por los expertos como una de las principales fuentes altamente recomendadas de antioxidantes, aportando además una gran variedad de otros nutrientes, así como de fibra dietética.
Consulta con el médico de forma regular para asegurar el cuidado de tu salud.