Sin embargo, como adultos debemos intentar reconducir nuestra vida y nuestras emociones hacia un fin más constructivo. ¿Cómo puedes superar este tipo de tristeza?
Consejos frente a la envidia
1. Practica cada día un minuto de toma de conciencia. Un minuto de concentración máxima en el aquí y en el ahora que te lleve a darte cuenta de que eres una persona afortunada por todo lo que posees.
2. Acepta el sentimiento, no lo reprimas. Simplemente, concéntrate en otra cosa. Por ejemplo, ponte ropa cómoda y sal a practicar running. Haz la lista de la compra para ir al supermercado. Visita a tus primos. Haz cualquier cosa que te ayude a reenganchar con el presente.
3. Escribir poesía es una de las técnicas de comunicación más eficaces para conectar con la belleza de la vida. Puedes conectar con la poesía a dos niveles diferentes. Como lector de poemarios de autores célebres. O también, como escritor de tus propios versos.
4. Puede que aquello que envidias en otra persona esté despertando en ti una carencia que te hace sufrir. En ese caso, intenta hacer algo para modificar dicha carencia y reconstruir las bases de tu vida feliz. La envidia nos corroe por dentro y nos lleva a la pasividad. No te quedes estancado y de brazos cruzados si hay algo que no te gusta. Lucha por tu vida y por tu felicidad.
5. Practica la meditación para vivir en contacto con la interioridad. La envidia es un sentimiento que aumenta cuando estamos conectados al plano de la exterioridad, la apariencia y la superficialidad.
6. Elabora una lista de aquello que te aporta la envidia. Verás que por mucho que te esfuerces no consigues encontrar ni una sola razón positiva para seguir alimentando esta actitud. En cambio, no tendrás que hacer ningún esfuerzo para darte cuenta de la cantidad de cosas que te quita: te roba paz interior, te suma pensamientos negativos, hiere tu autoestima, boicotea tu desarrollo personal, te hace vivir pendiente de aquello que hacen los demás y no de tu propia historia.
Las mejores cosas de la vida son inmateriales Existe una razón importante por la que la envidia pierde su sentido cuando la racionalizas y la pones en su contexto. Las mejores cosas de la vida son inmateriales, es decir, son bienes emocionales tan sencillos y universales como disfrutar de un atardecer en primavera. Puede que tú envidies la felicidad aparente de una persona que curiosamente, no se siente bien consigo misma en su interior.
Nadie puede acceder hasta lo más profundo del corazón ajeno. Solo tú puedes llegar a la verdad de tu ser: alimenta esta verdad con esperanza, alegría, ilusión y magia. Pero no pongas la semilla de la envidia en tu alma.