¿Sabías que más del 40% de las acciones que llevamos a cabo cada día no son decisiones reales?, son fruto de nuestros hábitos.
Si cuando te miras en el espejo no te gusta lo que ves, seguramente tus hábitos tienen mucho que ver. ¿La buena noticia?… los hábitos se pueden cambiar, y el hábito que te empuja a comerte un donut (o ha hacer cualquier otra cosa poco saludable) se puede convertir en un hábito que te acerque a tu estado de forma ideal.
¿Cómo podemos cambiar un hábito?
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Lo primero que tenemos que saber es que un hábito se compone de 3 partes: una señal, una rutina y una recompensa.
Por ejemplo, y siguiendo con los donuts, al ver un donut, nuestro cerebro sabe que está repleto de azúcar y de otros hidratos de carbono (todos malos, en un donut no vas a encontrar hidratos de carbono buenos), y sabe el bienestar (aunque sea muy corto) que nos van a proporcionas estos azúcares, entonces si no nos lo comemos nos sentimos decepcionados.
Ahora que ya sabemos de que partes se compone un hábito, ya estamos en circunstancias de poder cambiarlo.
Pasamos a la acción: el cambio de hábitos.
Lo primero que tenemos que hacer es identificar el hábito que queremos cambiar, y tenemos que hacernos las siguientes preguntas:
¿Cuál es la señal que lo estimula?, quizá pueda ser la hora del día, o puede que se trate de cómo te sientes ¿estás aburrido?, ¿estás cansado?, ¿tienes hambre?, o ¿te sientes estresado?
¿Cuáles son sus recompensas?, ¿qué es lo que obtienes con el hábito que quieres cambiar?. Algunas de las recompensas más habituales de los hábitos relacionados con la comida son que te da energía, te hace sentirte feliz, te da una momentánea satisfacción.
¿Por qué nuevo hábito lo quieres sustituir?, es importante que busques un hábito que te ofrezca la misma recompensa pero que te lo de una forma más saludable.
Un ejemplo práctico para cambiar un hábito:
Para que te sea más fácil cambiar tus malos hábitos, vamos a ver de forma práctica como cambiar uno de los más habituales, comer entre horas.
¿Cómo dejar de comer entre horas?
Ya hemos identificado el hábito que queremos cambiar, queremos dejar de comer a todas horas. Lo que nos está haciendo comer más de lo que realmente necesitamos y nos hace tener sobrepeso.
Ahora que ya sabemos lo que queremos cambiar tenemos que analizar ¿qué recompensas me da comer entre horas?, es muy importante que esta parte te la tomes muy en serio. Siéntate a analizar y anota cada vez que sientas ganas de comer entre horas. Tienes que tratar de identificar la señal y la recompensa que te da.
Para cada uno de nosotros las señales y las recompensas serán distintas, pero las más frecuentes son:
Estoy aburrido.
Noto que me falta energía.
Estoy estresado en el trabajo
Tengo ganas de hablar con alguien.
¿Qué podemos hacer cuando sentimos alguna de estas señales?
Si estoy aburrido, por ejemplo, puedo salir a dar un paseo.
Si me siento falto de energía puedo correr 5 minutos o hacer unas cuantas flexiones o sentadillas. Sí lo sé, estás cansado, pero nada da tanta energía como hacer ejercicio.
Si te sientes estresado, quizá sea un buen momento para distraerte 5 minutos, puedes mirar tu Facebook o mejor aún ¿por qué no intentas relajarte?
Tengo ganas de hablar con alguien, mucha gente que trabaja sola cambia la falta de conversación con sus compañeros con comida, ¿por qué no pruebas a llamar a alguien por teléfono?
Ahora que ya sabes identificar las señales y las recomepesas que te da un viejo hábito es momento de que empieces a construir una nueva rutina.
No te desanimes si te cuesta algo más de lo que esperabas, como todo en la vida vas a tener que experimentar, prueba con cosas diferentes, si cuando estás aburrido no te funciona dar un paseo puedes cambiarlo por llamar por teléfono, ponerte a ver vídeos divertidos o quizá sea el momento de ponerte a hacer tu rutina de entrenamiento, lo importante es que anotes los resultados para que los puedas analizar.
Cuando des con la actividad perfecta para cambiar un hábito por otro sólo es el momento de repetir, repetir y volver a repetir, se cree que se tarda 21 días para crear un nuevo hábito sencillo, pero para hábitos más complejos vas a necesitar repetir al menos 24 semanas.