¿Qué es el estrés?
En un curso sobre manejo del estrés, hubo un momento en que levanté un vaso de agua y todos pensaban que preguntaría: “¿Está medio vacío o medio lleno?”
Pero mis preguntas fueron la siguientes:“¿Cuánto creéis que pesa este vaso de agua? ¿Creéis que me pesa levantarlo?”
Las respuestas variaron entre 100 y 250g y que no me pesaba levantarlo.
A lo que yo respondí:
“No importa el peso absoluto, la verdad es que depende de cuánto tiempo tenga que estar sosteniéndolo:
-Si lo sostengo por un minuto, no hay problema.
-Por 1 hora, me comenzará a pesar y me aparecerá dolor en el brazo y en la espalda, además del esfuerzo mental por aguantar la postura.
-Si lo sostengo por 1 día, estaré exhausta de aguantar el peso y la postura, mi brazo se agarrotará, empezaré a tener dolor de cabeza, etc., etc., etc.
En todos los casos el peso del vaso del agua no ha cambiado, pero cuanto más tiempo lo sostenga, más pesado será y más síntomas físicos y mentales aparecerán.
El estrés es como este vaso de agua.
¿Cuáles son los niveles de estrés?
– Eustress o estrés saludable, no hay problema. Este nivel de estrés es inherente a la motivación en los seres humanos para afrontar retos profesionales y personales.
Distrés o estrés disfuncional, comenzaremos a sentir los primeros síntomas del estrés.
Este nivel es característico de situaciones de incumplimiento con los requisitos de las tareas, con lo que otros piden o esperan de nosotros y que no nos sentimos capaces de lograrlo.
Situaciones de ser insultados por un superior, cuando nos recuerdan una experiencia desagradable, o cuando, con causa o sin ella, nos preocupamos por nuestro puesto de trabajo o por nuestro matrimonio.
Todos estos casos tienen algo en común: la forma en que el cuerpo y la mente intenta adaptarse a estas situaciones y que darán lugar, como consecuencia, a distintos niveles de: angustia, insatisfacción, fatiga físicas y mentales, entre otros.
– Bournet o agotamiento, esto ya es peligroso.
Este nivel de estrés surge de sostener prolongadamente en el tiempo una situación de estrés disfuncional. Aparece un total agotamiento físico, mental y emocional dando por resultado un estado de depresión y fatiga física y mental grave.
Un ejemplo de estrés laboral
Os relato un ejemplo de situación de como una persona puede pasar de un estrés saludable a un estado de agotamiento, para aclarar la forma en que las reacciones de estrés pueden producirse en el trabajo y las consecuencias que pueden tener desde el punto de vista de la salud y de la calidad de vida:
Imaginemos a un hipotético trabajador varón donde su empresa, por consideraciones económicas y técnicas, ha decidido dividir un proceso de producción en diversos subprocesos más sencillos que han de realizarse en una cadena de montaje.
A partir de esa decisión, se pone en marcha en la persona, un proceso que puede constituir el punto de partida de una secuencia de acontecimientos que causan estrés y enfermedad.
Al principio, el trabajador percibe la nueva situación como una motivación profesional.
Tendrá nuevas tareas y recibirá una formación básica por parte de la empresa para hacer frente a las nuevas condiciones laborales.
Pero, según se va adaptando a las nuevas tareas…
Va percibiendo que no consigue llegar a la meta óptima productiva, y esto le viene a recordar la última experiencia anterior de trabajo en una cadena de montaje, que fue muy negativa, influyendo estos estresores en su reacción ante la nueva situación.
Además, los factores hereditarios le hacen que tienda a reaccionar a estos estresores psicosociales con una subida de la presión arterial.
Como está más irritable, es posible que su mujer le critique por llevar los problemas a casa. Y, como resultado de todos esos factores, puede que el trabajador reaccione a esos sentimientos de angustia aumentando su consumo de alcohol o experimentando reacciones fisiológicas indeseables: como el aumento de la presión arterial.
Los problemas en el trabajo y en la familia continúan, y sus reacciones, que originalmente eran transitorias, se hacen habituales. Es posible que acabe padeciendo una ansiedad crónica, haciéndose alcohólico o siendo hipertenso crónico.
Esos problemas incrementan a su vez sus dificultades en el trabajo y con su familia
Y pueden incrementar también su vulnerabilidad fisiológica. Se pone así en marcha un círculo vicioso que podría terminar en un accidente cerebrovascular, una enfermedad cardíaca, un accidente laboral, una depresión o incluso el suicidio.
Este es solo un mero ejemplo simplificado de como una situación laboral, factores hereditarios, externos y tipo de personalidad, interviene en la forma en que un trabajador reacciona en su comportamiento, en su fisiología y en su vida social, resultando en una mayor vulnerabilidad de sufrir trastornos de salud, accidentes e incluso la muerte.
Ana García de la Torre, Secretaria de Salud Laboral y Medio Ambiente de UGT, apunta sobre el estudio del 2017, que en nuestro país fallecieron 618 trabajadores: 208 por infartos y derrames cerebrales durante la jornada laboral, detrás de los cuales puede haber situaciones de estrés laboral continuado.
¿Cuáles son los síntomas del estrés?
Los síntomas de estrés pueden ser psicológicos, físicos o comportamentales. Algunos de ellos son:
SÍNTOMAS PSICOLÓGICOS SINTOMAS FÍSICOS SÍNTOMAS CONDUCTUALES
Lapsos de memoria Cambios en el ritmo cardíaco Una mayor tendencia hacia el autoritarismo y el castigo
Irritabilidad Cambios en la presión arterial Aumento del número de errores
Sueño trastornos/insomnio Dolor de cabeza y musculares Absentismo
Nerviosismo Dificultad para concentrarse Comportamientos contra productivos
Ansiedad Falta de apetito Malas relaciones laborales y personales
Depresión Problemas de la digestión Abuso de fármacos, drogas (Alcohol, etc.)
Apatía Problemas respiratorios Bajas laborales
Fatiga Debilidad del sistema inmune Mayor propensión a los accidentes
Cambios de humor Bruxismo Mayor propensión al conflicto
Insatisfacción en el trabajo Disminución de actividad sexual Trastornos de personalidad
Según la Enciclopedia del trabajo, lo que causa el estrés es un deficiente “ajuste persona-entorno”, objetiva o subjetivamente, en el trabajo o en otros lugares y en interacción con factores genéticos.
Es como un zapato que no sienta bien a un tipo de pie: las exigencias del entorno no se corresponden con la capacidad individual, o las oportunidades que ofrece el entorno no están a la altura de las necesidades y expectativas del individuo. Todo ajuste dependerá tanto del “zapato” como del “pie”, de factores situacionales, características individuales y del grupo.
Siguiendo la línea del Cuestionario de Evaluación de Riesgos Psicosociales en el Trabajo compartido en mi anterior artículo, donde cada persona podía autoevaluar el nivel de riesgo psicosocial al que estaría expuesto en su puesto de trabajo…
Relaciono los principales estresores relacionados con estas dimensiones psicosociales:
Dimensiones Psicosociales Principales estresores
Exigencias psicológicas
Exigencias cuantitativas
Exigencias cognitivas
Exigencias emocionales
Trabajo activo y posibilidades de desarrollo
Influencia en el control del trabajo
Desarrollo de habilidades
Control sobre el tiempo de trabajo
Sentido del trabajo
Integración en la empresa
Apoyo social y calidad de liderazgo
Previsibilidad,
Claridad de rol
Conflicto de rol
Calidad de liderazgo
Refuerzo Apoyo social
Posibilidades de relación social
Sentimiento de grupo
Doble presencia Conjugar labor profesional y labor familiar.
Inseguridad Exposición a peligros químicos, de accidentes
Contratos temporales de trabajo
Recortes de personal
Cambios de salario y contrato
Estima
Reconocimiento
Justicia
En el próximo artículo, desarrollaré diversas orientaciones de cómo afrontar estos estresores para que, tanto a trabajadores como a responsables de empresas, les pueda ser de utilidad a la hora de prevenir el estrés laboral y aumentar la calidad de vida en el trabajo.