Lo primero que queremos dejar claro es que un resfriado no es lo mismo que una gripe, y es que a veces cuando sentimos los síntomas de tos, mocos, picor de ojos o dolor de cabeza, creemos estar "griposos" porque los síntomas son comunes, pero hay diferencias importantes entre ambas enfermedades.
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La principal diferencia en los síntomas de los resfriados afectan a la zona de la nariz, mientras que cuando tienes una gripe sientes molestias en todo el cuerpo, es una sensación de malestar general. Por eso hay gente que puede coger la gripe una o dos veces (con mala suerte) cada año, mientras que en el mismo caso de mala suerte, especialmente en niños, los más propensos pueden irse hasta las siete u ocho veces anuales.
La otra gran diferencia entre síntomas del resfriado y de la gripe es que va acompañada de una persistente fiebre, principalmente hasta el tercer o cuarto día. Esta fiebre provoca un cansancio excesivo, por lo que el reposo en cama es lo más aconsejable para pasarla.
En cuanto a los resfriados, sigue compartiendo síntomas con la gripe que no son graves pero sí molestos, como la tos seca, irritación en todos los lugares por encima del cuello (garganta, nariz, ojos y oídos). También suele remitir a partir del quinto día, aunque estos resfriados no nos imposibilitan la vida diaria tanto cómo la gripe.
Por último, como diferencia entre síntomas del resfriado y de la gripe es que ambas pueden prevenirse con la vacuna, algo muy recomendable en rangos de población en riesgo, como pueden ser los niños, abuelos, embarazadas etc...
Y ahora vamos con aquellos mitos que ya sea por tradición familiar o popular, afectan a los resfriados.
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El primer ejemplo erróneo de uno de estos mitos es el de evitar los besos, y es que según han demostrado numerosos estudios, el rinovirus, virus que provoca el resfrío común, no se transmite por la saliva. Por lo que, podéis besaros, que seguro se lleva mejor el resfriado
Otro error común es pensar que los antibióticos sirven para tratarlos, pero es falso, ya que estos sirven para combatir las bacterias, no los virus. Además, si los usamos en exceso, pueden crearnos efectos adversos, y cuando sean necesarios realmente, no nos harán efecto.
Por último, hay una causa a la que echamos la culpa de los refríos, y es el frío. No está demostrado que "coger frío" por la noche sea un detonante de la enfermedad, aunque es cierto que la época con mayor número de casos es el invierno, pero se debe a otras causas:
- La gente permanece más tiempo en casa y en sitios cerrados, lo que acumula más virus en el ambiente.
- En ocasiones, el frío y la escasa humedad en algunos lugares facilita la sequedad en fosas nasales y las hace más susceptibles a los virus.
Otros consejos no llegan a ser falsos, pero no cuentan con una base científica para demostrar que curan, como por ejemplo:
- Uso de vahos
- La miel para la garganta y la tos
- La vitamina C ayuda a curar el catarro
Estos son solo algunos de los muchos mitos que hay sobre los resfríos. Si conocéis más no dudéis en hacérnoslos llegar, y recordad que no todos los consejos tradicionales son aconsejables.
Fuente: www.ocu.org