La gripe es una enfermedad respiratoria contagiosa provocada por los diferentes tipos de virus de la gripe. Aunque es una enfermedad respiratoria, no solamente presenta síntomas respiratorios. La gravedad de la enfermedad y la intensidad de los síntomas dependen de varios factores, así como de las características del virus, la edad del paciente, las enfermedades del paciente o el estado general del paciente. El virus de la gripe puede causar una enfermedad leve o grave con complicaciones y en ocasiones puede ser mortal. La gripe comienza de repente. Las personas a veces sienten unos pocos síntomas, otras veces tienen toda la sintomatología de la gripe.
Los síntomas más habituales son:
Fiebre con escalofríos (aunque no todas las personas con gripe tienen fiebre).
Tos o, incluso, tos seca, irritativa o tos productiva, con mucosidad. Lo más habitual es que la enfermedad comience con una tos seca y al pasar unos días aparezca la mucosidad.
Dolor, no solamente podemos tener dolor de garganta, sino dolores musculares, corporales, dolor de cabeza, etc.
Fatiga, cansancio y malestar general.
Algunas veces podemos tener vómitos o diarrea, pero estos síntomas son más comunes en niños.
Habitualmente, nos recuperamos en un período que va desde unos pocos días hasta menos de dos semanas, pero algunas personas pueden desarrollar complicaciones.
Las complicaciones de la gripe pueden ser complicaciones respiratorias como otitis, sinusitis, bronquitis o neumonía; o la gripe puede agravar las enfermedades crónicas. Una persona con asma puede tener ataques de asma mientras tiene gripe.
Si tus síntomas no se alivian transcurrida una semana o tu estado empeora, debes ponerte en contacto con tu médico.
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