Según los profesionales en psicología, nuestra mente posee un gran potencial de capacidades que nos permiten transformar nuestra vida y tomar el control sobre ella. Además que todo pensamiento es un gran imán que emite su propia energía, convirtiéndose en aquello que se piensa habitualmente.
De esta manera, sería necesario que se aprendiera a pensar, a dirigir y manejar nuestros pensamientos, siendo constantes y vigilantes; pero como todo requiere de persistencia, repetición y constancia.
Recomiendan para ello una altamente beneficiosa herramienta que es encontrarse 10 minutos al día en un lugar tranquilo y realizar una serie de respiraciones profundas; dejando que la mente se impregne de recuerdos y vivencias positivas. Solo 21 días, que es lo que tarda el cuerpo sanguineamente en renovarse e impregnar las células del organismo, con la vibración de nuevos pensamientos.
Personalmente, creo que la mente tiene una gran influencia en nuestro estado de salud, que depende de la interacción de factores biológicos como la genética; sociales como las amistades, las relaciones familiares, y el psicológico como nuestras conductas, estilo de vida, nuestras emociones y, por supuesto, nuestros pensamientos.
De hecho, se ha demostrado que los sentimientos negativos o tóxicos, como el resentimiento, la ira, el miedo, estrés, rencor ponen en riesgo el sistema inmunológico; y por ello deberíamos estar alerta y condicionar emociones positivas como la fe, la gratitud, la determinación, la bondad y el amor condicional para evitar esos estados de estrés, acordándonos de que la mente tiene un poder de influencia sobre el cuerpo. Hagamos un canal de valoración positivo recreando escenarios de tranquilidad y bienestar.
Aprender a relajarnos origina un profundo descanso en el que no hay movimientos ni esfuerzos y en el que el cerebro se sume en la quietud. Da como resultado cambios fisiológicos profundos y positivos. Al aprender a relajarnos disminuye el ritmo cardíaco, la presión sanguínea, el ritmo respiratorio, la tensión muscular, el índice metabólico y el consumo de oxigeno.
Un ejemplo sencillo sería, cuando se adopta una postura de yoga, potenciar el movimiento de los fluidos corporales por el sistema circulatorio. Del mismo modo, la meditación puede inducir cambios bioquímicos en el cuerpo, que dan pie a una respuesta de relajación.
Total, que todo lo que sea beneficioso para tener un mejor estilo de vida, ¡bienvenido!, y, si no, que cada quien construya y coloree su camino.
Sean felices.