El mal aliento (también llamado bromopnea o halitosis) es el aliento con un desagradable olor y es un síntoma causado por enfermedades respiratorias o metabólicas. Además tiene repercusiones sociales.
El mayor problema de la halitosis es que la gente no se da cuenta hasta que alguien se lo dice. Sí es cierto que una adecuada higiene oral ayuda a que no se huela pero no va a resolver el problema de la halitosis. Eso quisiera dejarlo claro porque no es lo mismo paliar los síntomas que resolver el problema. Por mucho que deje de oler.
Es un trastorno que puede afectar a personas de cualquier género y edad, aunque sí es cierto que se produce con más frecuencia a mayor edad. Se estima que el 25% de la población sufre este problema y el 6% presenta mal aliento de forma permanente.
Una de las formas más comunes de darnos cuenta que tenemos halitosis es que nuestra pareja o amistades se alejan al hablar con ellos. Muchas veces la gente siente pudor por decir que te huele la boca y optan por alejarse para no notarlo ellos pero no te dicen nada. Si quieres asegurarte de que te pasa eso puedes comprobarlo de varias formas, aunque algunas parezcan un tanto desagradables peor es tener halitosis y no saberlo:
Ponte la mano delante de la boca y respira para ver si huele o no.
Lame la mano, espera un minuto y luego huele.
Pregúntalo directamente a tu pareja, amigo o familiar.
Pregúntaselo a tu dentista
La halitosis crónica es un problema de salud que muchas veces está relacionado con la gran cantidad de productos evaporables de azufre que dan mal aliento. Aunque a veces puede ser algo temporal, como cuando comemos.
Por ejemplo, el consumo de alimentos que contienen azufre como la cebolla y el ajo pueden ser el principal problema de halitosis temporal. Cuando se digiere este tipo de alimentos, los productos sulfurosos entran en el torrente sanguíneo, van hasta los pulmones y salen del cuerpo con la respiración haciendo un olor característico y bastante desagradable.
Hasta el 90% del mal olor de boca se origina directamente en la boca. Muy a menudo por la acumulación de residuos de alimentos que se transforman por las bacterias responsables del metabolismo de la placa. Es decir, no tener una buena higiene bucal. Si los dientes no se lavan bien y con frecuencia la comida que se atora en los dientes puede causar mal olor.
De hecho podría destacar ciertos alimentos y sustancias que pueden empeorar el mal aliento:
productos lácteos (leche, fomaggio, yogur, helados, …),
cebolla y ajo,
sustancias picantes,
alcohol (por la deshidratación de la boca),
drogas y tabaco,
azúcar (ya que puede actuar como un estímulo para el crecimiento de bacterias)
café (debido a pH ácido).
Cuando la causa no está en la boca, puede indicar la presencia de otras enfermedades que causen halitosis como:
enfermedades respiratorias (amigdalitis, por ejemplo, bronquitis y sinusitis),
enfermedades digestivas (reflujo gastroesofágico, Helicobacter pylori …)
enfermedades sistémicas (diabetes, disfunción renal o hepática).
También hay un número de factores que contribuyen a que se pueda agravar el problema:
salivación pobre,
mala higiene oral,
la caries que no se detecta,
restos de comida,
infecciones locales (por ejemplo, aftas),
inhalación a través de la boca (es decir respirar sin la ayuda de la nariz),
estrés,humo,alcohol…
La saliva en la boca ayuda a limpiar y humedecer la boca. Si la boca seca se acumulan células muertas de la piel que se adhieren a las encías, la lengua y las mejillas. Esto explica por qué muchas veces nos levantamos con mal aliento. Por la noche se produce menos saliva y por la mañana sentimos ese olor desagradable.
A parte de vigilar lo que comemos o consumimos (alcohol, tabaco…) hay que recordar que lavarse los dientes a diario es fundamental y obligatorio ( al menos 2 veces al día) y mejor si usamos seda o cinta dental (una vez al día). Y no sólo se trata de lavar los dientes sino también la lengua. Existen en el mercado instrumentos de limpieza para la lengua o incluso los colutorios (enjuagues bucales) nos son de gran ayuda. Hagamos uso de ello para mantener una buena salud bucal.
Los enjuagues bucales y dentífricos formulados para combatir el mal aliento normalmente contienen ingredientes activos antimicrobianos como:
flúor,
zinc,
éteres aromáticos,
aceites esenciales.
Os dejo una serie de remedios caseros que os servirán para acabar con el mal aliento, pero recordad que no trata la halitosis sino que sólo alivian el mal olor.
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