Entonces hoy escribo para caerte mal pero, como de costumbre, para ayudarte.
Y es que sé que eres una madre ocupadísima. Sé que tu trabajo apenas te deja respirar. Sé que tantas obligaciones te tienen atrapada/o.
Das tanto a los demás pero tan poco a ti misma/o.
Y sí, lo entiendo, ser la persona que siempre da puede ser muy gratificante de puertas hacia afuera. La gente te verá como una persona siempre atenta y generosa. La gente se maravilla ante los sacrificios que haces para dar tu tiempo a los demás. Yo también he vivido eso…
Pero ya no. Ya no me impresiona todo tu sacrificio, todo lo que das a tu familia o trabajo cuando actúas como si no tuvieras otra opción.
Siento ser así de duro pero estoy convencido de que la primera persona a la que deberías querer es a ti misma/o. Al fin y al cabo:
No puedes servir amor de una jarra vacía
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Estoy convencido de que eres una buena madre, una persona muy trabajadora y amiga de sus amigos pero eso no te da derecho a olvidarte de tu prioridad número 1: TÚ
Sin ti no hay buena madre, ni mejor amiga/o, ni gran trabajador/a. Y se puede ser todo esto pero primero amándonos a nosotros mismos.
Hoy quiero reivindicar el amor a ti misma/o. El cuidado de ti. Y con esto incluyo el ejercicio y una buena alimentación pero también un tiempo para tu yo más personal.
Nunca más sacrificar tu salud por alguien más… Si alguien te necesita, te necesita sana/o y con energía. Y la ironía de todo esto es que, una vez empiezas a cuidarte de ti misma/o, tienes mucho más que aportar al resto.
Tus hijos aprenderán a llevar una vida equilibrado si ven que sus padres lo hacen; no por muchas veces que se lo digas.
Tu trabajo será mucho más productivo cuando lo enfrentes con energía y vitalidad; no desde una perspectiva de sacrificio.
Tus amistades serán más fuertes porque apreciarás más el tiempo con ellos y disfrutarás con más entusiasmo.
Tú y solamente tú tienes la responsabilidad de cuidar de tu salud. Nunca es noble y admirable sacrificar la salud por alguien o algo.
Incluso Obama, una de las personas más atareadas del planeta, dedica 3 momentos del día a su salud. No 1 hora a la semana sino 3 momentos cada día, todos los días:
Por las mañanas hace ejercicio. Y no lo hace por tener un cuerpazo sino por el bienestar y vitalidad que aporta.
El ejercicio realmente es para la mente no para el cuerpo
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En la cena disfruta de una comida sana mientras se pone al día con su familia y se entusiasma por sus vidas.
Después de cenar, cuando la casa duerme, él se dedica un tiempo para revisar el día y preparar el día siguiente.
Si aún así insistes en que no tienes tiempo para hacer ejercicio o para preparar comida rica y sana entonces déjame que te proponga algo:
Haz una lista con tus 10 prioridades. Ahora asegúrate de colocar tu salud y bienestar en lo más alto.
Pregúntate cómo puedes asegurarte de cumplir esas prioridades de más arriba. Quizás tengas que reorganizar tu horario. Quizás que levantarte más temprano. Quizás que dejar de lado otras actividades o retrasarlas para hacer un hueco para ti.
Entonces hazlo.
Quiérete.
PD: Te dejo aquí abajo el desafío que he preparado para volver a quererse a uno mismo. 5 días para volver a enamorarte de tu espejo mucho más allá de sencillos trucos o consejos de revista. Es gratuito y te aseguro que no te dejará indiferente.