Seguro que si te paras a analizar cuántas personas de tu entorno dedican una parte de su día a esta práctica te sorprenderá ver que son bastantes y, gracias a que cada vez somos más las personas que meditamos, podemos decir que estamos en el camino para que nuestro mundo gane en amabilidad, compasión y empatía.
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Incluir la meditación en tu día a día puede tener muchísimos beneficios no sólo para tu salud emocional y física sino también para tus relaciones con las personas que te rodean.
Cuando meditamos trabajamos la presencia en sus dos vertientes:
Hacia el exterior, nos ayuda a estar presentes en todo lo que nos rodea, a vivir plenamente todas las situaciones que acontecen en nuestra vida. Vivimos al máximo desde las pequeñas experiencias cotidianas como puede ser hacer la compra hasta grandes acontecimientos de nuestra vida como puede ser la boda de un familiar cercano. Si analizamos situaciones vividas de este tipo podemos darnos cuenta de que muchas veces las hemos vivido de manera automática, sin haberlas sentido realmente. En ocasiones hemos tenido mucha ilusión por un acontecimiento pero cuando ha llegado el momento hemos estado dispersos pensando en el futuro o recordando el pasado y hemos pasado por él como si no lo hubiéramos vivido.
Hacia el interior, seremos capaces de mostrar curiosidad por nuestros pensamientos e ideas, por los estados de ánimo que sentimos cada día. Sin juzgarlos, ni reprocharlos podremos ser espectadores de nuestros pensamientos y observar cómo vienen y van en vez de dejarnos enredar por ellos. Podremos estar presentes en nuestro estado de ánimo en cada momento y por ello podremos afrontarlo de la manera más serena posible, tanto si es un estado positivo como negativo, aunque en meditación todos los estados de ánimo son necesarios, no se deshecha nada, todo es considerado que forma parte de nuestra esencia humana.
¿Qué beneficios percibe nuestro cuerpo cuando meditamos?
A continuación te mostramos unos cuantos beneficios de la meditación a nivel físico:
– Al meditar se incrementan los niveles de melatonina en nuestro organismo y sentiremos que nuestro sueño es más reparador y nos costará menos esfuerzo conciliarlo.
– Aumenta la plasticidad cerebral, se reduce la parte gris alojada en la amígdala. Esa parte es responsable de muchos estados de tristeza y ansiedad. También está demostrado científicamente que poseer un cerebro más plástico es sinónimo de juventud, con lo cual, nos mantendríamos alejados de las enfermedades degenerativas cerebrales.
– La posibilidad de sufrir un infarto de miocardio se reduce un 48% ya que meditando conseguimos que bajen los niveles de adrenalina y cortisol de nuestro organismo.
– Favorece al sistema inmunológico, recientes estudios recomiendan la meditación para pacientes con enfermedades crónicas porque se ha demostrado que ayuda a gestionar el dolor y hace más leves los síntomas de algunas enfermedades.
– Reduce los dolores de cabeza y las migrañas.
– Mejora el aparato respiratorio y los beneficios en enfermedades como el asma son destacables.
– Puede ayudar en algunos casos a aumentar la fertilidad.
Durante el embarazo hace que éste sea más saludable y el trabajo del parto más llevadero ya que la mujer consigue centrarse en el presente y no dejarse bloquear por el miedo y la angustia.
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¿Qué cambios puedo notar en mi día a día cuando medito?
Cuando comienzas a meditar es muy curioso observar que, desde las primeras sesiones, percibirás detalles de tu vida que antes no veías. Esto se conoce como vivir con mente de principiante, vivirás la realidad con los ojos de un niño. Con sólo unas pocas sesiones comienzas a darte cuenta que antes estabas inmerso en una burbuja que no te dejaba apreciar la totalidad de tu vida. Muchos de nosotros vamos con el piloto automático conectado y gracias a la meditación podemos vivir con más consciencia cualquier situación que se nos presente.
Probablemente percibas que tus relaciones con los demás mejoran, a través de la meditación aprendemos a no juzgar las acciones de los demás ni las nuestras. Comenzamos a desarrollar un respeto profundo hacia todos los seres que nos rodean y comprendemos que cada uno nos encontramos en un momento de nuestra vida y que todo aquello que hacemos es fruto del conjunto de experiencias vividas que portamos en nuestra propia mochila de vida.
Serás capaz de ver las situaciones que antes juzgabas como problemas y fuente de estrés, como oportunidades. Dejarás de caer en el victimismo de “por qué me ocurre esto a mi” para vivir de una manera más responsable tu vida y te preguntarás “para qué tengo que vivir esta situación” o “qué puedo aprender de ella.
Percibirás que eres capaz de aceptar las cosas como vienen. A través de la meditación nos volvemos más flexibles y sentirás que cuando te resistes a una emoción esta se cronifica mientras que si eliges aceptarla, se diluye. Las ocasiones en las que sientas rabia o dolor, si te permites vivirlas a fondo comprobarás que esas sensaciones pasarán de largo rápidamente.
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Experimentarás mayor confianza en ti mismo porque a través de la meditación podrás conectar con tu parte más sabia. A través de la meditación descubrirás que todas las respuestas estaban en tu interior, que sólo tenías que aprender a escucharte. Cuando comienzas a confiar en ti mismo, confías en los demás.
Otro detalle muy importante que se puede experimentar desde el principio es que somos más pacientes, la meditación cultiva la paciencia. Sentirás que todo tiene su proceso y su momento, incluso tu práctica meditativa. La paciencia viene del ser que es lo que llegamos a experimentar cuando meditamos, el hacer, que es el estado en el que nos solemos encontrar la mayoría de nosotros cuando no meditamos nos produce ansiedad y la necesidad de adelantar los acontecimientos. La meditación hace que podamos tomar las riendas de nuestros pensamientos y dejarlos ser pero que no irrumpan en nuestra vida como caballos desbocados.
Lo que has leído hasta ahora son unas cuantas pinceladas de la cantidad de sensaciones positivas que experimentarás si comienzas a practicar meditación. Te animo a que lo pruebes, una vez que comienzas, son tantos los beneficios que experimentas que estarás deseando que llegue ese ratito de regalo para ti mismo.
En conclusión, la meditación podrá permitirte parar, y experimentar de primera mano los beneficios de llevar una vida consciente y saludable. De esto mismo trata el método Crear Salud, que te ayudará a establecer nuevos hábitos en tu día a día, no solo para que empieces a meditar, sino para aprender a nutrirte adecuadamente y llevar una vida activa.
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