Según algunos estudios (los realizados por el psicólogo Robert Epstein, por ejemplo) entre el 10 y el 15% de los matrimonios o parejas de largo recorrido no tienen sexo, entendiendo por matrimonio sin sexo aquel que mantiene menos de un encuentro sexual al mes o menos de diez al año.
Si eres una de esas personas este artículo te ayudará a entender que no todo está perdido, y que es posible poner en práctica estrategias para recuperar la pasión que se fue quedando en el camino.
Cómo afrontar un matrimonio sin sexo
Buscar un momento adecuado para hablar
Hay todo tipo de razones por las que dejamos de tener sexo: estrés, enfermedad, preocupación, disminución de la libido, la edad, la menopausia o la falta de confianza en el propio cuerpo son algunas de ellas.
Es fácil dejar que tu vida sexual se desmorone por la inercia y la rutina, y sacar el tema es difícil, así que es importante saber escoger el momento adecuado. Debe ser un momento de relajación en el que sea poco probable que te interrumpan.
Desde luego nunca en la cama, y sobre todo no trates de persuadir a tu pareja para tener relaciones sexuales, ni muestres tu enojo o tu frustración por su falta de ganas o de interés.
Escoger un momento también para escuchar
Debes hacer todo lo posible para no tomarlo como algo personal. No asumas que ya no le apetece ni pongas palabras en su boca.
Normalmente es bastante difícil hablar sin añadir una carga emocional innecesaria a lo que se dice. Por este motivo escuchar lo que dice tu pareja y tratar de ponerte en sus zapatos es una estrategia que ayudará a restablecer una relación sana, sin complejos ni dobleces.
Ser honesto contigo y con el otro
¿Has dejado de hacer el mínimo esfuerzo necesario? ¿Das las cosas por sentado y te metes en la cama con una sucia camiseta y sin ni siquiera lavarte los dientes?.
No es necesario que entrenes para supermodelo, pero si no te quieres lo suficiente como para cuidar un poco tu apariencia, no va a resultar nada fácil que otras personas te quieran. Cuidar los detalles de tu apariencia sigue siendo importante, es posible que hasta más que lo era al principio de la relación.
Decidir si vivir sin sexo es una opción
¿Estarías dispuesto/a a sacrificar las relaciones sexuales por “otras cosas”? Algunas personas son perfectamente felices sin tener relaciones sexuales en su matrimonio, y existen un buen número de estudios psicosociales que muestran cómo la importancia que se da al sexo en las relaciones disminuye con la edad.
A menudo, la intimidad, el compañerismo o el compromiso, son cosas más importantes, pero ¿son suficientes para ti?.
Tener paciencia
Si el sexo es un acuerdo básico y necesario en el seno de la pareja es importante ser paciente mientras que entre los dos se consigue identificar lo que está causando el bloqueo.
Desde luego no es éste el mejor momento para sugerir una relación abierta como una posible solución.
Buscar ayuda en pareja
La terapia sexual o de pareja puede ayudar con la elaboración del problema de fondo, y también ayudará la sensación de estar solucionando esto juntos.
Al principio de una relación, el sexo puede sentirse como algo fácil, natural y emocionante, y es normal sentirse triste y abrumado por tener que trabajar de manera consciente en algo que visualizamos como instintivo, pero los resultados bien pueden valer la pena.
Compartir es un potente afrodisíaco
Salir juntos, divertirse, hacer tiempo para estar juntos, en definitiva compartir momentos de ocio y relajación. Cuando ambas partes se sienten realmente escuchadas y comprendidas el vínculo se estrecha, y es muy probable que la intimidad aumente junto con el deseo de tener relaciones sexuales.
Prohibir el sexo
Muchos terapeutas sugieren a menudo que las parejas que se enfrentan a relaciones sin sexo empiecen su terapia relajando por completo la presión sobre el contacto sexual.
Esto puede sonar contradictorio, pero una prohibición temporal puede despejar ciertos sentimientos de ansiedad sobre la necesidad de mantener relaciones, lo que hace más probable la relajación descargando la tensión de esos momentos.
Dar pasos pequeños
Es importante reintroducir la intimidad física lentamente, comenzar con algo tan pequeño como tocar la mano o un beso en la mejilla al despertar cada mañana.
A continuación, pueden introducirse masajes, caricias, besos, hasta llegar a una relación sexual completa en la que ambos se sientan realmente cómodos.
La idea es permitirse redescubrir mutuamente el lado sensual y aumentar el deseo en un ambiente libre de presión, hablando también de manera regular sobre lo que cada uno siente y desea.
No estás solo/a
No debes tomarlo como un consuelo, pero existen numerosos estudios que reafirman el hecho de que la satisfacción sexual no es lo más común en las relaciones de largo recorrido.
Ya mencionamos al principio los realizados por Robert Epstein en Estados Unidos, pero estudios similares realizados en Europa han encontrado resultados semejantes. Por ejemplo, menos de la mitad de los adultos del Reino Unido dicen estar satisfechos con su vida sexual (45%) y el 51% dice no haber tenido relaciones sexuales en el último mes.
Como ves no todo está perdido
Si te ves involucrado en un matrimonio sin sexo, podría darse la circunstancia de que para ti el sexo sea prescindible, en cuyo caso podrías concentrar toda tu energía y recursos afectivos en hacer crecer una intimidad libre de esa presión.
Si por el contrario consideras necesaria la actividad sexual en pareja para vivir plenamente una relación no pierdas ni un sólo instante y ponte manos a la obra ahora, vas a necesitar todo tu empeño y energía. Nunca dijimos que iba ser fácil.
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