Los estudios estiman que aproximadamente entre un 15 y un 20 por ciento de la población puede ser etiquetada como altamente sensible. Sin embargo la gran mayoría aún no sabe lo que significa esta cualidad tan confundida a menudo con la introversión.
Ser una persona altamente sensible es mucho más que ser una persona introvertida. Las personas altamente sensibles son básicamente personas hipersensibles a una gran variedad de estímulos, que van desde el consumo de cafeína al dolor.
Cómo identificar a las personas altamente sensibles
Como consecuencia de su especial estilo de afrontamiento, las personas altamente sensibles exhiben comportamientos específicos, perfectamente observables y medibles.
Estos comportamientos han sido objeto de estudio por parte de la Dra. Elaine Aron desde 1991, habiendo llegado a elaborar una Escala específica para ayudar a la identificación de las personas altamente sensibles.
Adaptado de la escala de Aron sobre Personas Altamente Sensibles (PAS) aquí hay algunos rasgos que te ayudarán a identificarlas:
Se sienten superadas si tienen muchas tareas pendientes
Las personas altamente sensibles luchan para permanecer concentradas en una tarea cuando tienen varias tareas diferentes que hacer. Se estresan y se muestran visiblemente ansiosas, y cuanto mayor se va haciendo su nivel de estrés más dificultad encuentran para ser productivas.
Los ambientes ruidosos les resultan caóticos
Las personas altamente sensibles son malas candidatas para trabajar por ejemplo en oficinas abiertas (tan bien considradas actualmente). Su hipersensibilidad mantiene sus sentidos a toda velocidad. Lo que ven, lo que oyen, lo que huelen, lo que perciben por cualquiera de sus sentidos se convierte en un zumbido molesto e interferente.
Se ahogan cuando se sienten observados o bajo presión
Las personas altamente sensibles rinden al máximo cuando están en privado. Sin embargo ponerlas en situaciones en las que puedan sentirse evaluadas u observadas las llevará a asfixiarse bajo la presión de lo que se espera de ellas o de su rendimiento.
Se sienten profundamente conmovidas por las artes
Ya sea que estén asistiendo a un musical o visitando una galería de arte, o simplemente observando una actuación en plena calle, las personas altamente sensibles aprecian las artes de un modo especial. Sus emociones se agitan y se sienten profundamente afectadas.
Reconocen el malestar de los demás
Las personas altamente sensibles reconocen cuando alguien necesita un poco de silencio, de calma o de sosiego. Sin decir una palabra, pueden detectar fácilmente cuando los sentidos de otras personas están sobrecargados y necesitan un descanso.
Necesitan parar cuando se sienten abrumadas
Después de un largo día o una semana de mucho trabajo, una persona altamente sensible necesitará un tiempo extra de tranquilidad para recargar las pilas. Una habitación oscura podría proporcionarles el espacio perfecto para recuperarse.
Se sienten incómodas ante ruidos fuertes
Asistir a un concierto o ver un espectáculo de fuegos artificiales por lo general no son actividades divertidas para las personas altamente sensibles. Tienen un umbral inferior para el ruido en comparación con el resto de la población.
Evitan los estímulos violentos
Ver películas violentas o jugar a videojuegos subidos de tono puede ser desagradable para las personas altamente sensibles. En general evitarán este tipo de actividades.
Tienen una vida interior rica y compleja
Las personas altamente sensibles aprecian con facilidad las sutilezas que para otros pasan desapercibidas. Esta capacidad extraordinaria para experimentar sensaciones y emociones las convierte en personas con una vida interior a menudo poco entendida.
Los pros y los contras de ser una persona altamente sensible
Ser hipersensible ¿es un don o una maldición?
Hay quienes advierten desde la comunidad científica de los peligros de ser una persona altamente sensible, debido a cierta predisposición o debilidad respecto de categorías diagnósticas como la depresión o la ansiedad, pero a priori, ser una persona altamente sensible no tiene por que representar algo potencialmente malo.
Por su capacidad para captar matices y sutilezas que a los demás les pasan inadvertidos, los hipersensibles a menudo aportan a su trabajo y relaciones una buena dosis de visión y humanidad.
-Elaine Aron-
Las personas altamente sensibles pueden percibir ciertos detalles que otros pasarán por alto, por lo que son más conscientes, creativas y minuciosas, cualidades que no tienen por que ser consideradas desventajas, ni tienen que hacer a una persona más vulnerable.
Ser hipersensible no es por tanto un trastorno que necesita ser arreglado, de hecho, su prevalencia es demasiado alta para serlo (15-20%), aunque también demasiado baja para ser considerado algo normal.
La necesidad de ayuda tiene que ver exclusivamente con el malestar o el sufrimiento que este tipo de afrontamiento de la realidad puede llegar a causar en algunas personas, muy determinado por otra parte por el contexto social y cultural en el que se desenvuelven.
Normalmente es suficiente con asumir la diferencia, saber que se tiene un mayor grado de profundidad a la hora de procesar ciertos datos sensoriales, y reconocer que se es una persona altamente sensible.
Esto ayudará a desarrollar un mejor conocimiento de sí mismo y de las necesidades particulares de este especial modo de experimentar la realidad.
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