Es cierto que algunas cuestiones sobre la sexualidad son muy culturales y son distintas en diversas épocas y entre diferentes culturas. Pero existen creencias erróneas, expectativas poco realistas respecto al sexo y desinformaciones que pueden llevar a un aprendizaje sexual erróneo. Esto puede conducir a conductas sexuales disfuncionales, actitudes negativas y expectativas falsas que conllevan temores, ansiedad y obsesiones que pueden desembocar en trastornos sexuales. Es importante romper estas creencias y liberarnos de complejos a la hora de afrontar una sexualidad sana.
Mitos y creencias sexuales distorsionadas frecuentes
El sexo es lo mismo que una relación sexual.
El hombre siempre quiere sexo y siempre está preparado para mantenerlo.
La mujer presenta menos deseo sexual.
Todo vale en el sexo si se está de acuerdo.
El sexo debe fluir de manera natural sin necesidad de hablar.
El porno es un reflejo real de una sexualidad normal.La terapia sexual es una de las demandas más comunes en psicología. Esto se debe a que la sexualidad puede ser vivida como algo positivo, de enriquecimiento personal y de satisfacción en la pareja. O, por el contrario, como algo negativo, fuente de insatisfacción y conflicto.
La mayoría de los trastornos sexuales, especialmente las disfunciones sexuales, afectan a la pareja. Así como una mala relación interpersonal va a afectar negativamente en la vida sexual. Por esta razón, en algunos casos, se lleva a cabo una terapia de pareja que ayude y complete la terapia sexual.
Desde Psico3, en nuestra consulta en el centro de Madrid, te ayudamos a encontrar el equilibrio sexual necesario para una satisfacción vital.
Los trastornos sexuales son muchos, de distinta índole, características y tratamiento.
Tipos de trastornos sexuales
Disfunciones sexuales masculinas o femeninas
Las disfunciones pueden aparecer en cualquier etapa vital y pueden desarrollarse poco a poco o aparecer de repente. Pueden llevar a la incapacitación total o parcial en alguna o todas las fases de la relación sexual.
Las disfunciones sexuales pueden deberse a factores físicos pero también a factores psíquicos. Entre ellos están los miedos, culpas y/o traumas. Así mismo también pueden estar relacionados con problemas en la relación de pareja como dificultades de comunicación o falta de confianza.
Las principales disfunciones sexuales son:
Trastornos del deseo sexual
Trastorno por aversión al sexo: Conlleva la evitación del contacto genital. Suele estar asociado a un alto nivel de ansiedad e incluso pensamientos de pánico ante la relación sexual.
Trastorno de la excitación sexual: Conlleva, en las mujeres, un fallo en el mantenimiento de la lubricación que aparece en la excitación sexual hasta la finalización del acto. En el hombre se manifiesta en la imposibilidad parcial o total de mantener la erección hasta el final de la relación sexual. El más frecuente es la impotencia.
Deseo sexual inhibido: Se caracteriza por falta de deseo sexual y/o fantasías sexuales. Es una apatía hacia el sexo en general, con uno mismo o en pareja.
Adicción al sexo: Es la necesidad de tener sexo en cualquier momento y lugar llegando a interferir en las relaciones personales, sociales y laborales del individuo. Es una conducta adictiva que comporta sentimientos de culpa.
Trastornos del orgasmo
Eyaculación precoz: Existen causas físicas y psicológicas de su presencia. Entre éstas últimas está la ansiedad y miedo o también por un exceso de excitación.
Anorgasmia: Es la ausencia o retraso del orgasmo durante una actividad sexual normal.
Trastornos por dolor
Dispaurenia: Es la presencia de dolor en el intercambio sexual. Puede estar provocado por una lubricación deficiente, cambios hormonales, sequedad vaginal o síntomas psicológicos como el miedo y la ansiedad hacia el acto sexual.
Vaginismo: Son espasmos involuntarios de los músculos de la pared vaginal. Estos espasmos dificultan e incluso impiden el coito. Suelen estar asociados a la ansiedad al coito o a traumas sexuales.
Parafilias
Su significado son atracciones desviadas. Son desviaciones que socialmente no son aceptables según las normas que rigen las relaciones sexuales tradicionalmente. Por esta razón, no tienen porque ser conductas negativas, pero al estar supeditadas a convenciones sociales que dependen de un momento y lugar determinado hay que ponerlas en contexto. Por ejemplo, el sexo oral fue considerada parafilia hasta hace relativamente poco tiempo.Las parafilias son patrones de comportamiento sexual donde la fuente principal de placer no se halla en la cúpula, sino en alguna otra actividad o elemento exterior que lo acompaña. Se caracterizan por la presencia de alguna de estos elementos:
Repetidas e intensas fantasías sexuales que impiden centrarse en el acto sexual en sí.
Impulsos sexuales que implican objetos no humanos que se convierten en el centro del acto sexual.
Impulsos sexuales que conllevan sufrimiento o humillación propia o ajena.
Impulsos sexuales dirigidos hacia niños o personas o animales que no consienten y, que por lo tanto, se consideran altamente desadaptativas.Las parafilias dañan la calidad de vida del individuo y/o de las personas que se relacionan con él. Generan sufrimiento propio o ajeno.
Las principales parafilias son:
Voyeurismo
Suelen presentarlo personas extremadamente tímidas y con dificultades para iniciar o mantener relaciones de pareja y suele tener inicio en la adolescencia.
Actualmente se “ha puesto de moda” una práctica derivada del voyeurismo que consiste en quedadas en algunas ciudades para observar a parejas que van a mantener relaciones sexuales. Esta práctica recibe el nombre de Dogging.
Exhibicionismo
Consiste en el impulso sexual a exponer los genitales o la realización del acto sexual ante desconocidos. Se produce una alta excitación sexual ante la reacción que pueden presentar las personas ante tal exhibición. Suele ser espontánea y se produce de manera repetida.Fetichismo
En este caso la excitación se produce con la observación y/o manipulación de objetos inanimados.La actividad sexual utiliza objetos físicos (como ropa interior por ejemplo) que se denomina fetiche prefiriendo el contacto de dichos objetos frente al de personas.
Froteurismo
La persona que presenta esta parafilia consigue la excitación sexual con el rozamiento genital contra el cuerpo de otras personas sin su consentimiento. Esta práctica suele llevarse a cabo en lugares públicos como el metro o discotecas. Ante el recuerdo del acto suelen masturbarse perpetuando así el acto de desviación fantasiosa.Sadismo y masoquismo
El sadismo consiste en una necesidad imperiosa de infligir daño a otra persona para conseguir la excitación sexual. Implica impulsos sexuales y conductas reales hacía la víctima con o sin consentimiento de la otra persona.El masoquismo implica una necesidad de sentirse humillado, ser atacado o maltratado por otra persona para obtener placer sexual.
El sadomasoquismo no debe confundirse con ciertos juegos sexuales basados en un mutuo acuerdo. La diferencia con un impulso patológico reside en la no limitación de la libertad personal y en que no se cohíbe la capacidad de la persona para obtener placer en otras actividades sexuales.
Paidofilia
También conocida como pedofilia. Es un trastorno caracterizado por la obtención de excitación o placer sexual a través de fantasías y/o comportamientos que implican actividad sexual con niños.Trastornos de la identidad sexual
En este caso existe un amplio debate actualmente. Incluso en las clasificaciones internacionales no encuentran una distinción clara entre catalogar como trastorno o como simples preferencias sexuales los conflictos de identidad sexual.En las clasificaciones médicas que aún los considera trastornos se definen como un malestar clínicamente significativo que siente una persona por su condición sexual unido al deseo de pertenecer al sexo contrario.
Conclusiones finales de los trastornos sexuales
Es primordial tener una vida sexual sana. Para poder obtenerla es importante centrase en tres elementos básicos:Ausencia de enfermedades o deficiencias orgánicas que puedan interferir con la actividad sexual.
Ausencia de miedos, culpas, sentimientos de vergüenza, creencias distorsionadas y otros factores psicológicos que puedan entorpecer las relaciones sexuales o generen inhibiciones o impulsos distorsionados en la respuesta sexual.
Actitud proactiva para ver la relación sexual como un acto disfrutable y poder llevarla a cabo de forma ética y responsable.No dudes en contactarnos y pedir ayuda si tienes algún trastorno sexual para que encontremos juntos como reconducirlo ya sea en nuestra consulta en el barrio de Chamberí en el centro de Madrid o con la terapia online.
Gema García
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