Existe un producto, conocido como la fuente de la eterna juventud, que os ayudará a reducir las patas de gallo: el aceite de rosa de mosqueta.
Sólo hay que tomar unas gotas sobre el dedo y aplicar suavemente, sin frotar por todo el contorno del ojo con movimientos circulares hasta que la piel haya absorbido completamente el aceite.
Adoptar este hábito como un indispensable en vuestra rutina de belleza diaria y veréis a las pocas semanas los resultados. También podéis utilizarlo como preventivo, ya sabéis, más vale prevenir que curar.
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