El aceite de rosa mosqueta posee altos niveles de ácidos grasos esenciales poliinsaturados, linoleico, oleico y linolénico que le conceden un gran poder regenerativo de los tejidos de la piel y del crecimiento celular y estimulan la producción de colágeno.
¿Qué beneficios tiene sobre la piel?
Su uso continuado rejuvenece la piel, elimina y previene las arrugas, suaviza y tonifica la piel, y aplicado en el contorno de los ojos elimina las bolsas y ojeras y como no, las odiadas patas de gallo. Sus efectos son visibles entre 1-2 meses del inicio de su aplicación.
Es un gran aliado para problemas de la piel como pueden ser las estrías y las cicatrices. Un poderoso hidratante, incluso para las manos, que siempre están expuestas a agentes externos y a las inclemencias del tiempo, así como los labios y otras zonas del cuerpo que se resecan más que el resto como los talones, los codos o las rodillas.
¿Cómo hacer un oleato de rosa de mosqueta?
Su aceite esencial se extrae mediante un proceso muy minucioso de extracción por prensado mecánico en frío. Este proceso es un poco complicado de realizar en casa sobretodo si no disponemos del equipo necesario pero siempre podemos hacer un oleato que no tendrá la misma concentración de principios que un aceite esencial pero con el que obtendremos los principios activos de la planta, resultando igual de efectivo ya que los aceites tienen la capacidad de disolver muchos principios, tal como aceites esenciales, ácidos aromáticos y sus esteres, vitaminas liposolubles, etc..
Ingredientes
Escaramujos de rosa de mosqueta (otoño es la época de recolección)
Aceite de Almendras Dulces o cualquier otro aceite de calidad (el de almendras es ideal para la piel)
1 Frasco de cristal con cierre hermético
Elaboración
Lavar los escaramujos y secarlos bien con la ayuda de un trapo.
Quitamos los bordes y luego cortamos los frutos por la mitad
Los introducimos en el frasco y lo llenamos con el aceite de almendras dulces hasta que queden bien cubiertos
Tapamos el frasco y lo agitamos para que se integren bien.
Lo guardamos en un lugar fresco y seco durante 25-30 días, agitando cada día unos 20 segundos.
Pasado este tiempo lo filtramos y envasamos en un frasco de cristal opaco.
Listo para usar.
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