Lo cierto es que, nos guste o no, al incorporar a nuestra vida algunos hábitos saludables evitamos riesgos de enfermedades cardiovasculares y físicamente empezamos a lucir mejor y a rendir más en nuestros trabajos.
Sí eres de esos que con la llegada del año nuevo se propone nuevas metas y entre ellas incluyes comenzar algún hábito saludable, estás en el sitio correcto. De seguro te preguntarás ¿Cómo crear un hábito saludable? Más importante ¿Cómo mantenerlos?
A continuación, te damos dos tips importantísimos a la hora de crear un hábito saludable.
¿Cómo crear un hábito saludable?
Al momento de crear un hábito saludable debes tener en cuenta dos cosas:
Lo primero: Es que ya existen hábitos saludables, no debes subirte por las paredes de tu casa pensando qué puedes hacer y qué no para mejorar tu salud y tu rendimiento diario. No sufras, otros ya han hecho el trabajo por ti.
Lo segundo: Si vas a comenzar algún régimen alimenticio o de ejercicio lo mejor es que acudas a un especialista, él te mandará a hacer algunos exámenes y a través de ellos te asignará una dieta y un horario de ejercicio ideal para tus propias metas ¡Consulta un especialista! ¡Tu salud es lo primero!
Ahora sí, teniendo en cuenta todo esto y pensando en ti, y en el ajetreo que el trabajo debe añadir a tu vida, hemos recopilado 8 hábitos saludables que puedes iniciar ya, para que comiences a verte y a sentir mejor, sin necesidad de que acudas a un especialista.
¡Empecemos!
7 hábitos saludables
1. ¡Hidrátate!
Crear o incorporar a tu vida hábitos saludables es más sencillo de lo que crees. Uno de los hábitos más importantes y que mayores beneficios trae a tu cuerpo es el beber agua. Esto te ayudará a eliminar toxinas, a digerir de forma más efectiva los alimentos y mejorar el aspecto de nuestra piel y del cabello.
Simple, ¿no?
2. Añade a tu dieta alimentos altos en fibra
Incorporar a tu dieta frutos secos, maíz, granos enteros, aguacate, peras, manzanas, nueces, frijoles y cualquier alimento rico en fibra puede ayudarnos a disminuir la azúcar en sangre, a controlar nuestro peso y el colesterol.
Así que cuando estés en el trabajo y la fatiga te ataque no agarres alguna papita frita, toma una pera o un puño de frutos secos ¡Tu cuerpo te lo agradecerá!
3. Reducir los alimentos altos en grasas saturadas.
De seguro te lo veías venir, ¿no? ¡Nuestras adoradas comidas chatarras no son nada saludables! Contrario a lo que crees, no es necesario que dejes de comer todo aquello que te guste, sino que debes mantener un equilibrio. Una hamburguesa al mes no mata a nadie, pero una diaria puede traer grandes desventajas.
No es que debamos eliminarlas por completo de nuestras vidas, hay que recordar que todos los excesos son malos, pero es cierto que entre más reduzcamos nuestro consumo de grasas trans más saludables seremos.
4. Comer menos salado
El exceso de sal en nuestras comidas puede hacernos sufrir de hipertensión, padecer de los riñones, retención líquidos e incluso osteoporosis y cataratas. Es por eso que lo mejor es reducir al mínimo el consumo de sal en nuestra dieta.
5. ¡Dormir más!
Nuestro organismo recarga sus baterías después de un día agotador durante el sueño. Pocas horas de sueño implica que nuestro cuerpo no se recupera de toda la actividad del día anterior.
Acumular cansancio no es bueno, pues no rendimos igual en nuestros trabajos y nuestro cuerpo lo expresa aumentando considerablemente la grelina y la leptina, que son las hormonas que regulan el apetito en nuestro cuerpo, por lo que la falta de sueño puede hacernos más propenso a engordar.
6. ¡Adiós a los vicios!
Está comprobado que el exceso de alcohol y que fumar son hábitos que traen como consecuencia enfermedades en el hígado y los pulmones. Así que, si quieres crear un hábito saludable, debes mantener alejado de estos excesos. Será difícil ¡Pero tu cuerpo te lo agradecerá!
7. ¡Date un respiro!
El denominado mal del siglo es el estrés. El estar expuesto a este fenómeno no medimos la cantidad de alimentos que ingerimos por lo que somos propensos a la obesidad. Liberamos adrenalina constantemente, lo que aumenta el ritmo cardíaco y genera el cortisol que favorece la producción de glucosa en la sangre.
Además, se alteran las respuestas del sistema digestivo y el inmunológico. Por si fuera poco, el exceso de estrés afecta tu vida sexual y hace que la piel esté seca y te duela la cabeza. Conclusión: tomate de vez en cuando un respiro, frena un instante tu acelerado mundo y relájate antes de seguir. Tu cuerpo y tu salud mental te lo agradecerán.
Los 21 días para crear hábitos ¿Funcionan?
Se ha demostrado que si realizas 21 días seguidos una misma actividad vas a lograr consolidar un hábito pero ¿Qué pasa si nunca llego a completar los 21 días?
Para ello te vengo con dos herramientas muy útiles que te ayudarán a fortalecer la constancia.
La primera herramienta la vi en el ya famoso -y odiado por mi- Bullet Journal y es el “Habit tracker” o por su traducción al español “rastreador de hábitos” que consiste en una plantilla mensual que te permite organizar las metas que quieres alcanzar y marcar día a día si estás cumpliendo con ese hábito.
De esta manera, conciencias de manera escrita y a simple vista si estás comprometida con tu nuevo estilo de vida.
La segunda herramienta es una plan de acción descargable para poder consolidar tu hábito, esta hoja de trabajo es imprimible, por lo que podrás llenarla y ponerla a la vista y recordarte cómo actuar cuándo pienses que es imposible aprender a cómo crear un hábitos saludables.
Ya que sabes todo esto ¡Comienzo hoy mismo a incorporar todos o alguno de estos hábitos alimenticios!
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Fuente: este post proviene de Una Mente de Mujer, donde puedes consultar el contenido original.
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