El problema radica en que numerosas investigaciones científicas que estudian esta cuestión indican que lo más probable es que la mayoría de estos pensamientos sean negativos… Y te preguntarás, ¿cómo afecta esta negatividad innata a tu vida?
Hay una forma de saber cuándo tus pensamientos son positivos o negativos, y es observar cómo te hacen sentir estas ideas que pasan por tu mente a una velocidad vertiginosa.
Debes saber que, cuando estamos pasando por una mala racha o nos ha ocurrido algo molesto o desagradable, lo normal es que los pensamientos repetitivos hagan su aparición, surgiendo una y otra vez, generándose un bucle de negatividad del que resulta complicado escapar.
Cuando experimentes este pensamiento obsesivo al que no pararás de darle vueltas, una y otra vez, estarás enfrentándote a la rumiación de los pensamientos.
Si te ha dejado tu pareja y piensas en todo lo que podrías haber hecho para que esto no ocurriera; te diagnostican una enfermedad y no dejas de pensar en lo que pasará y en cómo te va a afectar; tienes una discusión acalorada con alguien y piensas en todo lo que podrías haber dicho para solventar el problema de la mejor forma… Todas estas situaciones tienen en común la frustración generada al experimentarlas, y los pensamientos nocivos aparecen de forma descontrolada, generando un gran caos mental.
Atender esos pensamientos es mucho más importante de lo que puedas llegar a creer, porque si les dieras vía libre acabarían controlando tu vida, te volverías esclavo de ellos. Si no controlas tus pensamientos, estos te controlarán a ti. Es algo que, ya sea de forma consciente o inconsciente, suele ocurrir a la gran mayoría de personas. Y ¿qué sucederá cuando tus pensamientos te controlen? Para empezar, que estarás en todos lados menos en el momento presente.
Pensamientos nocivos: cómo te afectan
Los pensamientos que acabarán afectando a tu vida cotidiana aparecerán por muchas causas, bien sea por una discusión, una equivocación, por algo que te hará sentir culpable, una preocupación, etc. Seguro que no te resultan ajenas estas situaciones, pues son muy comunes.
Este tipo de pensamientos, que como hemos indicado anteriormente se llaman pensamientos rumiativos, afectan sobremanera al día a día: a la forma en que te comportas y te relacionas con los demás, y, por supuesto, a la concentración y atención que necesitas para estudiar, leer o realizar cualquier trabajo.
Incluso tu percepción acerca de las cosas puede llegar a distorsionarse, viendo más allá de lo que en realidad hay. Una mirada de alguien, un roce, un cuchicheo… o cualquier estimulo neutro, puede asociarse a lo que estás pensando, generando una historia paralela que se adapte a tu historia. Y es que en ese momento serás esclavo de tus pensamientos.
Esta forma de pensar, que además es muy habitual, desencadena sentimientos y emociones que causan estrés, tristeza, apatía y frustración. Y es que tanto la forma de sentir como la de emocionarse son susceptibles a los pensamientos.
El poder del pensamiento
La psicología positiva, al orientarse en los hallazgos empíricos que estudian lo que contribuye al bienestar, felicidad y realización personal, tiene mucho que decir acerca de los pensamientos y su poder para mejorar la existencia o para empeorarla. La buena noticia es que puedes controlar este poder, puesto que eres, al fin y al cabo, quien genera los pensamientos.
La tarea de la psicología positiva es la de ayudar a aprender a tener pensamientos más realistas y lógicos, desechando costumbres destructivas. Tu felicidad dependerá de que aprendas a controlar los pensamientos que te perjudican y se centran en los aspectos negativos.
No se trata solo de ver el lado bueno y positivo de las cosas, sino de poder verlo todo de forma más amplia y global. También de dejar que los pensamientos entren y salgan sin aferrarse a ellos de forma que no se vea nada más.
La meditación te ayudará a entender lo poderosos que son tus pensamientos y, por eso, aportará las claves para poder controlarlos, atendiendo y comprendiendo su flujo.
Siempre estarás generando pensamientos, como ser mental que eres es algo evidente, sin embargo, si no aprendes a pensar y a saber qué hacer con esos pensamientos, puedes tener graves consecuencias, por ejemplo, entrar en una depresión.
Gracias a la meditación obtendrás una mayor conciencia acerca de los pensamientos que circulan por tu mente. Al ser más consciente, prestando atención y observando, tendrás acceso a ellos para no dejar que dominen tu conducta y cómo te hacen sentir.
Esta técnica te permitirá alcanzar un estado de flujo, donde tus pensamientos irán llegando y desapareciendo, no te aferrarás a ellos y, por lo tanto, no dejarás que te afecten más de lo necesario, evitando el sufrimiento.
Si tienes en cuenta estas claves, podrás comprobar la influencia que tienen los pensamientos en ti, cómo afectan a tus acciones cotidianas y cómo respondes tú ante ellos: si te dejas controlar o eres tú quien los controla para que no se apoderen de ti.
Tomar conciencia es el primer paso para adueñarte de tu propia vida, actuando de forma consecuente con lo que quieres, no con lo que tus pensamientos destructivos te hacen decir, ver o hacer.
Verás cómo, tomando conciencia de ellos, irás desechando todo lo que no te sirve y te irás quedando con lo que te haga crecer y desarrollarte como ser humano. Estarás en el momento presente, consciente de lo que vives, sin ser un títere de tu pasado o tu futuro. Podrás centrarte en los detalles que dan sentido a tu vida, buscando y fortaleciendo tus virtudes y potencialidades. Poniéndolas, a su vez, al servicio de los demás, contribuyendo así a un bienestar común.
Y en esto te puede ayudar el método Crear Salud, que se convertirá en tu mejor compañero para llevar la atención plena y la meditación a tu día a día. Además, en este método también fomentamos y aconsejamos sobre una correcta nutrición y una vida más activa.
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