1. El aguacate engorda
Seguro que lo habéis oído por ahí. El aguacate, como el plátano, es una de esas frutas que aún siendo vegetales nos hacen engordar si las consumimos porque tiene grasa, vegetal pero grasa al fin al cabo. Y esto es cierto, el aguacate es un fruto que contiene grasa, pero habría que preguntarse qué tipo de grasas contiene. En concreto las grasas que tiene son monoinsaturadas, estas grasas son las que por ejemplo necesitamos para proteger el sistema cardiovascular.
Así como sabemos que necesitamos cierto tipo de colesterol (el colesterol bueno), también necesitamos cierto tipo de grasas para que nuestro organismo funcione correctamente.
Y no, además de no hacernos engordar, el aguacate es una fruta muy recomendable en todo tipo de dietas.
2. Beber agua mientras comemos engorda
Este es un mito que, por suerte, cada vez se lo cree un número menor de personas; pero aún así hay quien cree que solo debe beber agua media hora antes o después de comer o de lo contrario engordará.
Para desterrar este mito lo único que hay que saber es que el agua no tiene absolutamente ningún ingrediente que nos pueda hacer engordar. No tiene grasas de ningún tipo, ni hidratos de carbono ni nada que pueda almacenarse en nuestro organismo como depósitos de grasa. De hecho, es muy aconsejable beber agua antes y durante la ingesta de alimentos si se quiere comer menos, pues aumentará nuestra sensación de saciedad haciendo que acabemos antes de comer.
3. Comer fruta después de la comida engorda
Me he encontrado mucha gente con la creencia de que, si comemos fruta durante la comida, esta se fermentará en nuestro estómago para acabar “mágicamente” transformándose en azúcar y se almacenará en forma de grasa en nuestro cuerpo.
Tiene que quedar muy claro que las calorías que tienen los alimentos cuando los ingerimos son las calorías que va a utilizar y almacenar nuestro organismo, ni más ni menos. No se van a crear nuevas calorías gracias o por culpa de los procesos de digestión.
Al igual que en el punto anterior, comer fruta antes de la comida puede ayudarnos a estar más saciados y así evitar comer otros alimentos con más calorías. De hecho es uno de mis trucos
4. El zumo de naranja se oxida si no lo bebemos rápido
“Hij@, bebéte el zumo de naranja que si no perderá las vitaminas”
¿Cuántas veces os han dicho esto y cuántas veces lo habéis dicho vosotr@s?
Pues bien, esto no es del todo verdad. Si bien es cierto que las vitaminas se destruyen con el paso del tiempo, es un proceso que no es tan rápido como nos quieren hacer creer. De hecho, si conservamos el zumo en la nevera tapado, las vitaminas seguirán ahí hasta 12 horas después de haberlo metido. ¿Quién espera 12 horas para beberse el zumo que acaba de exprimir? Pues eso.
5. Beberse una copa de vino durante la comida ayuda a adelgazar
Hace 3 años, un estudio de la Universidad de Purdue dijo que un ingrediente del vino tinto ayudaba a adelgazar. Sin embargo, hay que saber que el alcohol del vino nos aporta unas 7 kcal/g, por lo que una copa nos aportaría unas 100 kcal. Por desgracia el alcohol, por mucho que nos guste el vino, no desintegra la grasa corporal.
¿Y vosotr@s, sabéis de algún otro mito alimentario que no sea cierto?