Hace un par de meses, casi dos años después de comenzar con la dieta paleo, me decidí comenzar a estudiar nutrición.Porque sí, porque me sobra tiempo entre trabajo, entrenamientos, el blog… y ¿qué mejor para aprovechar esas horas muertas en transporte público (1 de ida y 1 de vuelta) estudiando?
Ahora en serio, creo que es muy importante aprender continuamente, y la nutrición es algo que me apasiona, así que porqué no seguir formándome en esta rama?
Y aquí ando, estudiando el sistema digestivo, la formación de energía para ser usada en nuestro día a día, enzimas, neurotransmisores… y todo esto en inglés. No sé, no me pareció tan mala idea refrescar el idioma…
El caso es que después de pensarlo mucho, elegí una certificación estadounidense, que aunque no se pueden considerar paleo porque alguna vez hablan de pan integral, sí que se aproximan mucho al modelo de dieta evolutiva.
Aunque no es algo nuevo para mi, no deja de sorprenderme la capacidad que tiene el cuerpo humano de adaptarse a las circunstancias del entorno en el que vive:
Tengo hidratos a mano: genial.
No tengo hidratos, pero sí grasa, estupendo, ya creo yo cuerpos cetónicos para enviarlos a aquellos tejidos que lo necesiten y que puedan usarlos como combustible. Y dentro de 7-14 estaré perfectamente adaptado a usar las grasas como principal fuente de energía.
No tengo hidratos, ni grasa, sólo proteínas.(WTF!? ¿Qué está pasando?)… Bueno, ¡qué remedio! Ya degrado unas proteínas, las transformo en glucosa (gluconeogénesis) y a seguir funcionando con la esperanza de que lleguen refuerzos, porque esta situación no es sostenible mucho tiempo.
Ayyy, y que algunas madres se preocupen porque el niño no come lo suficiente, cuando miles de años de evolución nos han curtido para sobrevivir en las condiciones más penosas.
Champiñones picantes
Pero para no pasar penurias, te traigo una receta súper sencilla, que contiene hidratos, grasas y proteínas. Se puede hacer con vino blanco, pero en principio he usado vinagre de manzana para que sea apta dentro del programa Whole30.
El número de raciones dependerá de si lo quieres usar como plato principal o como acompañamiento. Para dos personas, como plato principal, me parece poca comida. Por ejemplo, yo hoy me lo he llevado en un táper con estas cantidades y no me ha sobrado nada de nada, pero depende de la persona, claro.
Ingredientes (1 o 2 raciones)
300 gr. de champiñones
150 gr. de jamón serrano picado
1 diente de ajo
1 guindilla picante
4 cucharadas soperas de vinagre de manzana
50cl. de agua (aproximadamente)
Sal
Pimienta
Aceite de oliva virgen extra
Preparación
Mezcla en vinagre y el agua en un vaso y reserva.
Lava bien los champiñones para quitarles la tierra y pártelos en cuartos.
Ponlos en una sartén a fuego medio con un poco de aceite de oliva, sal y pimienta.
Pica el ajo en trocitos pequeños y ponlo junto a los champiñones en la sartén.
Remueve de vez en cuando hasta que los champiñones se doren.
Incorpora el jamón a los champiñones y remueve durante unos minutos.
Parte en trozos pequeños la guindilla y mézclala con los champis y el jamón. Si te gusta mucho el picante puedes añadir más guindillas, para mi gusto con un ligero toque es suficiente.
Cuando el jamón haya cogido un poco del aceite de la sartén, añade la mezcla de agua y vinagre.
Déjalo cocer durante 8-10 minutos.
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