Son muchas las personas senos preguntan si al hacer trabajo de fuerza, disminuyen su capacidad cardiovascular, y viceversa. En realidad, el trabajo de cardio y el de fuerza son necesarios para un excelente estado físico, y lo que debe manejarse es el volumen adecuado, y el orden en que se hacen.
Básicamente en la actualidad la mayoría de personas que entrena, lo hace para ganar tonificación o para lograr ganar musculatura. Son objetivos distintos para los cuales ambos tipos de ejercicios resultan indispensables.
Para todos los que desean aumentar su masa muscular, lo más recomendable es que su entrenamiento principal sean los ejercicios de fuerza, aunque pueden dedicarle un par de horas semanales al cardio. Incluso, si trabajando la masa muscular, eres apasionado del running, puedes seguir haciéndolo, pero siempre después de tu rutina con las pesas. En estos casos, podrías por ejemplo realizar 20 minutos de running todos los días siempre después del entrenamiento y en baja intensidad, porque además de eliminar grasas, contribuirás a la recuperación muscular, aumentando el flujo sanguíneo a los tejidos. Si además estás atento a tu alimentación, notarás los resultados.
Ahora, si tu principal meta es perder peso, o tonificar, entonces tu principal entrenamiento debe ser el cardiovascular, con un promedio de 4 horas semanales. El mismo entrenamiento te fortalecerá y ayudará a mantener la energía necesaria durante esas 4 horas de cardio. Te pueden servir las clases en grupos, pues llevan distintos ritmos de intensidad y suelen trabajar todos los grupos musculares del cuerpo.
No olvides también que es importante contar con suplementos alimenticios en tu rutina; es importante incluir vitaminas, minerales, proteínas y oligoelementos, y que además en tu dieta incluyas alimentos variados que aporten los nutrientes que necesitas para rendir lo necesario y recuperar las energías que vas usando en tu entrenamiento.