Cuando era una adolescente rebelde (bueno, no mucho), le cogí manía a la Navidad. Supongo que nunca me ha gustado la visión comercial que se hace de ella, el tener que comer como si no hubiese mañana, el tener que estar feliz porque toca.
Todo eso cambió cuando dejé mi casa y mi ciudad natal para trabajar a 500 km de mi familia. Ahora para mi la navidad significa reunirme a mis seres queridos, a algunos de los cuales sólo puedo ver en estas fechas… y sobre todo, sin prisas, aprovechando hasta el último minuto con ellos, y sí, ser feliz,no porque sea Navidad, si no por tener la oportunidad de abrazarles.
¿Quién me iba a decir a mi hace unos años que me iba a hacer ilusión ver luces de Navidad y adornar mi casa con un Papa Nöel de peluche y unas guirnaldas que me traje de Copenhague?
Y por supuesto cada vez que me reuno con mi familia intento convencerles de las ventajas de pasarse a la dieta paleo, preparando postres deliciosos como el de la receta de hoy, que junto con este pan de Cádiz, son grandes alternativas para pasar unas navidades sin gluten y sin lactosa.
Ingredientes (para unos 12-14 bombones)
250 gr de harina de almendra
100 ml. de agua
Rayadura de 1/2 limón.
1 cucharadas de miel
12-14 frambuesas
1 tableta de chocolate negro 85%
30 gr. de mantequilla
Preparación
Pon el agua en una olla a fuego medio junto a la miel y la ralladura de limón. Remueve hasta que hierva.
Una vez que hierva el agua, filtramos para quitar la ralladura de limón (utilizaremos un bol auxiliar de buen tamaño).
Añadimos la harina de almendra al agua y mezclamos bien hasta formar una masa, de forma que empape toda la harina.
Deja reposar una media hora hasta que se enfríe la masa, porque es caliente es un poco difícil de amasar.
Una vez fría, ve cogiendo bolitas de masa,del tamaño de una cucharada sopera aproximadamente.
Dale forma de oblea y coloca en el centro una frambuesa:
Cierra la oblea sobre la frambuesa y dale forma de bolita con las manos o ayudándote sobre una papel para el horno.
Una vez que hayas terminado con la masa, coloca en un bol el chocolate con la mantequilla y derrite al baño maría.
Cuando se haya derretido el chocolate, baña las bolitas en el chocolate
Para servir, puedes comerlas templadas, pero yo las metí en la nevera un ratito y estaban ríquisimas con el chocolate crujiendo al morderlas.
Espero que te guste la receta
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