Beneficios del baile como terapia
El baile es una disciplina de expresión corporal y emocional muy saludable, también las personas que dependen de una silla de ruedas para moverse de forma habitual, pueden practicar el baile a través de ejercicios adaptados para personas con discapacidad. La integración de las personas con discapacidad es muy importante desde el punto de vista laboral porque un trabajo es un motor de autoestima, crecimiento personal, estabilidad económica, socialización y normalización.
Sin embargo, la integración también hace referencia al tiempo de ocio y el baile es una disciplina muy terapéutica para impulsar a las personas con discapacidad en su camino hacia el bienestar de disfrutar del momento al compás de dinámicas musicalizadas.
El baile para personas con discapacidad es un medio de expresión emocional que eleva la resiliencia del cuerpo para potenciar la capacidad de movilidad siempre dentro de las circunstancias presentes. Pero además, el baile es un elemento de socialización en torno al que poder conocer gente nueva, establecer nuevas amistades, disfrutar de emociones agradables y rutinas en común. El baile produce emociones agradables porque la persona se implica en el aprendizaje de coreografías con las que disfruta y se distrae de sus propias preocupaciones.
Pero además, por medio del baile también es posible evitar los prejuicios y las etiquetas sociales sobre la discapacidad. Existen talleres orientados a impulsar a las personas con discapacidad hacia el disfrute de la vida siendo el baile la mejor banda sonora. Es posible bailar todo tipo de ritmos, ya que además, cada persona tiene sus propios gustos a partir de su personalidad o la edad. Ritmos como el flamenco, la samba o los bailes latinos…
En los cursos de baile para personas en silla de ruedas, se adapta la técnica pedagógica a la circunstancia concreta de cada persona. El efecto terapéutico de estos bailes no solo es evidente a nivel físico al poner en valor la coordinación de movimientos, sino también, el bienestar anímico y psicológico.
El baile fomenta la normalización del ocio
Para todo ser humano es importante tener entornos de ocio y distracción, espacios en los que pasarlo bien y disfrutar. La soledad produce mucho sufrimiento en cualquier circunstancia y por medio del baile como terapia, se eleva el nivel de resiliencia de las personas con discapacidad que son menos vulnerables ante el riesgo del aislamiento social. De este modo, el baile se convierte en un deporte inclusivo, en un medio de ayuda para que cada persona llegue a ser la mejor versión de sí misma a partir de sus circunstancias presentes. Porque más allá de la discapacidad, cada persona tiene potencialidades.
La vida sin música no sería lo mismo, y el baile es música. El baile mejora el sentido del humor, fomenta la alegría, aumenta el optimismo, suma serenidad… El baile es un recurso democrático que devuelve a cada ser humano su propia dignidad a través de la armonía.