El título de esta entrada puede sonar un poco extraño. Es posible que te estés preguntando qué tiene que ver el azúcar con el cáncer. Todos sabemos que el azúcar no es bueno para nuestra salud, pero uno de los primeros pensamientos que ronda la cabeza de muchos es “si como una gran cantidad de alimentos azucarados, este azúcar podría convertirse en grasa (lipogénesis)” o “si como alimentos azucarados, mis dientes van a parecer cavernas”. Podrías tener razón, pero no son grandes problemas una vez que sepas lo que el azúcar puede causar a tu cuerpo. La gente que come una gran cantidad de alimentos azucarados, al parecer, podría tener un mayor riesgo de desarrollar cáncer.
Ten en cuenta que hay diferentes tipos de azúcares y estoy hablando de esos azúcares que aumentan mucho el nivel de azúcar en sangre (glucosa): tabletas de chocolate con leche, pan blanco, refrescos y galletas, entre otros (básicamente azúcar refinado, el “artificial”). Podrás leer en diferentes medios escritos que el aumento del azúcar en sangre se suele llamar picos de glucosa.
¿Esto cómo es? ¿Cómo puede el azúcar tener nada que ver con el cáncer? La explicación requeriría el uso de muchas palabras extrañas, aunque voy a ser generoso contigo y las voy a traducir, del idioma “palabras raras” al de las “personas normales”. Bueno, aquí vamos. Digamos que decides comer una madalena de chocolate (me encantan las madalenas). Uno de los ingredientes de una madalena es sacarosa. La sacarosa es también conocida como azúcar de mesa y está compuesta de glucosa (azúcar de la sangre) y fructosa (azúcar de la fruta). Bueno, espero que todo esté claro por ahora.
Ahora, antes de dar el primer bocado a esa madalena, es momento de hablar de algo importante: el índice glucémico (también lo puedes encontrar como índice glicémico). Es una medida que indica cuánto aumenta, un alimento en particular, el nivel de glucosa en la sangre. El nivel máximo sería 100, que se corresponde con la glucosa pura y se cree que cuanto más alto es este índice, menos saludable es la comida. La sacarosa tiene un índice glucémico de alrededor de 70, que se considera bastante alto (ten en cuenta que una madalena tiene también muchos más ingredientes poco saludables).
Así, una vez que empieces a comer la madalena, tu nivel de azúcar en sangre se incrementará mucho, ya que para tu sistema digestivo es realmente fácil absorber el azúcar con el que se hacen estas delicias (sacarosa: glucosa + fructosa). Luego, la glucosa necesita ser quemada en tus células para ser convertida en energía. La manera en que la glucosa pueda absorberse por las células es con la ayuda de una hormona que tienes en la sangre: la insulina. La insulina es la sustancia que abre la puerta de las células y es secretada por el páncreas, cuando detecta un aumento del nivel de azúcar en la sangre.
Al mismo tiempo, un alto nivel de glucosa e insulina en la sangre dará lugar a la llegada de otra sustancia llamada insulin-like growth factor (IGF), en español factor de crecimiento similar a la insulina, que es un tipo de “hormona del crecimiento” (actúa estimulando el crecimiento). La IGF actúa estimulando el crecimiento de los tejido y esto es lo que al cáncer le gusta más.
Ahora, tengo que hablar un poco acerca de las células cancerosas. Como he mencionado arriba, a las células cancerosas les gusta crecer rápidamente y sin control. Mientras ellas crecen y se dividen, no ponen mucha atención en nada más. Por ejemplo, una parte de ellas, las mitocondrias, que transforman el azúcar y la grasa en energía (ATP) y sustancias de desecho (radicales libres, más que otras células), son un poco ignoradas. En lugar de mantener sus mitocondrias, las células cancerosas utilizan otra vía (que no requiere mantenimiento) para obtener energía: la glucólisis. La glucólisis es un proceso a través del cual el azúcar se convierte en energía, aunque este proceso es menos eficiente que el que tiene lugar en las mitocondrias, lo que significa que las células cancerosas necesitan más azúcar para sobrevivir. Esta es la razón por la que al cáncer le encanta el azúcar.
Bueno, hasta ahora tenemos dos razones por las que al cáncer le gusta el azúcar:
El cáncer necesita una gran cantidad de azúcar para producir energía para sobrevivir. Por esta razón, hay científicos que están desarrollando fármacos que consisten en inhibir el metabolismo del azúcar, para combatir el cáncer.
El cáncer necesita IGF, cuya produccón depende del azúcar, para crecer y dividirse. Esta estudios hablan del IGF y el cáncer: Circulating concentrations of insulin-like growth factor-I and risk of breast cancer de Hankinson SE y col., Insulin-like growth factor (IGF)-I, IGF binding protein-3, and cancer risk: systematic review and meta-regression analysis de Renehan AG y col., Plasma insulin-like growth factor-I and prostate cancer risk: a prospective study de Chan JM y col. Estos tres estudios hablan de la relación entre el IGF y el cáncer, en este caso, cáncer de mama y cáncer de próstata. Por otra parte, hay estudios que muestran cómo un tipo de enanos (llamados enanismo tipo Laron), tienen un riesgo muy pequeño (en realidad, se cree que ninguno) de contraer cáncer. Esto es debido al hecho de que tienen una deficiencia importante de IGF. Hablaré de estos enanos en el futuro, ya que es un tema muy interesante que merece una entrada nueva.
Hay una tercera razón:
Se cree que el azúcar suprime el sistema inmune. Muchas células cancerosas se forman todos los días en el cuerpo y el sistema inmune es el ejército que las combate. Si tu sistema inmunológico no está funcionando adecuadamente, las células cancerosas crecen y se dividen sin oposición alguna. Echa un vistazo al estudio Glycemic modulation of tumor tolerance in a mouse model of breast cancer de Santisteban GA y col., que muestra un interesante ejemplo de esto en ratones.
Como sé que todo esto podría sonar un poco complejo, he querido realizar el siguiente esquema resumen, que creo que te va a facilitar las cosas.
Habrá quien me diga que la evidencia sobre este tema no es muy significativa. Por ello, he querido añadir una cuarta razón, la cuál es ampliamente aceptada entre los científicos. El consumo de azúcar lleva a la obesidad y la obesidad es un factor de riesgo para diferentes tipos de cáncer. Este es un buen enlace en español del National Cancer Institute, que merece la pena que leas.
La idea que te quiero transmitir es que de una manera o de otra el azúcar no es saludable y es recomendable evitarlo en la medida de lo posible.
Por favor, no dudes en dejar un comentario, si lo deseas. Esa es la forma en que todos aprendemos, mediante el intercambio de información. Quizás te resulte interesante leer estas otras entradas del blog: ¿Dieta saludable? Difícil tema, Leche, ¿una gran mentira? y Pirámides, platos y un reloj de arena.
También tienes la opción de leer esta entrada en inglés Sugar, a friend of cancer de mi blog The Physical Therapy.
La foto de cabecera es de Logan Brumm y está disponible bajo licencia cc by-nd 2.0 license.
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