¡Buenos días a todos! Ya terminamos el mes de mayo y el domingo empezamos junio. Por ello hoy vamos a hablar de los arándanos, cuya estacionalidad va desde junio hasta diciembre, aunque una vez que se recolecta sólo se conserva como mucho 5 semanas, en función de la humedad y temperatura ambiente.
El arándano en una baya más o menos esférica del arbusto homónimo de la familia de las Eriáceas, género Vaccinium. Este género se caracteriza por producir plantas que dan bayas de un color que varía de azulado a rojizo resultado de su componente principal, los antocianos, de los que más adelante hablaremos.
Esta fruta proviene de Asia y Europa; la que en España consumimos procede principalmente de Australia, Chile, Holanda e Italia, aunque cada vez se están volviendo más importante las que se cultivan en Huelva y Asturias. Es una planta que crece en terrenos húmedos y, es bastante interesante ecológicamente ya que protegen el suelo de los bosques de la erosión y contribuyen a la formación de humus, que por así decir es parte de la materia orgánica del suelo.
Podemos encontrar dos variedades:
Arándanos negros o americanos. Como su nombre indica, son de un color negro azulado, y un tamaño mayor que los rojos. Crecen en suelos ácidos y terrenos altos. Son los más ricos en vitamina C.
Arándanos rojos o agrios. Se cultivan en Holanda, Polonia, norte de Inglaterra y Escocia; muy populares hasta que entró en el mercado la grosella roja, momento en el cual cayó en picado su consumo. Son frutos más agrios que los anteriores y, por tanto, necesitan cocinarse para que se realce su sabor. Resultan efectivos para combatir infecciones urinarias debido a unas sustancias que acidifican la orina.
Pasemos al valor nutricional. El arándano es una fruta de bajo valor calórico y escaso aporte de hidratos de carbono, aunque es una buena fuente de fibra lo que nos ayuda en el tránsito intestinal. Sin embargo, donde reside la mayor parte de su importancia es a nivel mineral y vitamínico.
Es una fruta especialmente rica en vitamina C, con cantidades mayores que algunos cítricos. También es una buena fuente de potasio, hierro y calcio, aunque estos dos últimos son de peor biodisponibilidad que las cantidades que se encuentran en alimentos de origen animal.
Los arándanos contienen unas sustancias químicas, llamadas taninos (como los del vino) que tienen una acción astringente y, por tanto, pueden ayudar a combatir y mejorar procesos de diarrea. El arándano además, parece que ayuda frente a irritaciones de boca y garganta y a disminuir la inflamación orofaríngea.
A parte de taninos, en los arándanos abundan los pigmentos naturales que al inicio del post comentaba, los antocianos y carotenoides, que tienen acción antioxidante (junto con la vitamina C). Estos dos pigmentos son interesantes desde el punto de vista bioquímico al neutralizar la oxidación natural de nuestro cuerpo, además de intervenir en procesos antiinflmatorios y antibacterianos.
Por otra parte, también contienen ácidos orgánicos como el ácido oxálico o ácido málico, responsables del sabor.
Los arándanos se usan para mejorar la vista. De hecho, durante la Segunda Guerra Mundial, pilotos británicos de la Fuerza Aérea Real comían mermelada de esta fruta para mejorar su visión nocturna; sin embargo, actualmente se han hecho investigaciones que no demostraron tanta efectividad. Pero en lo que sí parece que ayuda es en el tratamiento de cataratas o trastornos de la retina.
Los arándanos también se utilizan para afecciones del corazón y vasos sanguíneos, hemorroides, diabetes, osteoartritis, gota e infecciones de la piel, vías urinarias y riñón, aunque no hay suficiente evidencia científica que demuestre tal efectividad.
Con esto acabamos y pasamos a la cocina a preparar...Sandwich de lomo y queso con mermelada de arándano
Ingredientes
8 filetes de lomo.
Queso de cabra.
Mermelada de arándanos.
Preparación
La preparación es muy sencilla, se hacen los filetes vuelta y vuelta a la plancha.
Estando calientes, sobre un filete de lomo se añade una cucharilla de mermelada de arándanos, un par de rodajas pequeñas de queso de cabra y encima se pone otro filete, al estar caliente el queso se va a fundir ligeramente.
Opcionalmente se pueden hornear para que el queso se funda más y listo para servir.
Con esto nos despedimos, esperando vuestras opiniones. :)
Realizado por Cristina Vallespín Escalada y Tamara Valencia Dueñas
Fuentes
Consumer eroski
Medline plus
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