Según la doctora Isabel Santillán, ginecóloga experta en fertilidad: “el cuerpo de la mujer experimenta cambios que pueden observarse con dispositivos capaces de detectar los días más fértiles de cada ciclo de la mujer. Por ejemplo, miden la calidad del sueño, la frecuencia cardíaca o la temperatura".
Pero ¿por qué se producen estos cambios? Durante el embarazo, aumenta el flujo sanguíneo en la piel y las mucosas. Esto es causado por las hormonas segregadas por la placenta y provoca transformaciones en la zona íntima de la mujer. A continuación, os mostramos las 5 más habituales:
1. Cambio de color
Durante el embarazo, la zona íntima de la mujer puede volverse más oscura y adquirir un color azulado o violeta. Este síntoma tiene lugar entre la cuarta y la sexta semana de gestación y es más conocido por el nombre de signo de Chadwick o Jacquemiere. Se produce debido a la alteración hormonal, principalmente, por el incremento de la progesterona, que aumenta la pigmentación de la piel. No necesita ningún tipo de tratamiento, ya que vuelve a la normalidad al dar a luz.
2. Venas varicosas
Solo afectan al 10% de las mujeres y desaparecen unas 6 semanas después de dar a luz. Durante el embarazo, el útero aumenta de tamaño y esto hace que cada vez la circulación sea más complicada. Por eso, las venas se hinchan y pueden causar estas varices vulvares. El mejor tratamiento es tomar medidas preventivas como: hacer ejercicio, evitar la ropa ajustada o cruzar las piernas. No obstante, no suelen producir complicaciones en el parto.
3. Aumento de la sensibilidad
La doctora Santillán explica que las mujeres, durante los meses de gestación, experimentan hinchazón en la vagina y una mayor sensibilidad, lo que mejora, en ocasiones, las sensaciones durante las relaciones de pareja. Esto se debe al aumento del flujo sanguíneo, tal y como hemos mencionado anteriormente.
4. Picores
Los cambios inmunológicos y las alteraciones hormonales facilitan la aparición de infecciones en la parte íntima de las mujeres como: candidiasis vulvovaginal, vaginosis bacteriana, infecciones del grupo de estreptococo B y tricomoniasis. Un síntoma común a todas ellas es la sensación de picor. Sin embargo, el flujo es distinto en función de si son producidas por bacterias (blanquecino-grisáceo) o por hongos (blanquecino-amarillento). En caso de presentar cualquier indicio de una posible infección, lo recomendable es acudir al médico para evitar riesgos en el embarazo.
A continuación, os dejamos un vídeo con algunos consejos de higiene íntima que debéis tener en cuenta en esta etapa:
5. Flujo más denso
El aumento de la sensación de humedad y del flujo es algo habitual. Una de sus principales funciones es proteger la vagina de posibles infecciones. Por eso, para saber si el flujo se encuentra es su estado normal, debemos comprobar que sea blanquecino y no presente mal olor. Durante los primeros meses de embarazo, suele ser denso y al final, se va volviendo más escaso y acuoso.
Ahora que ya conocéis los principales cambios que se producen en la zona íntima de las mujeres durante en embarazo, ¡no os preocupéis de forma anticipada! Además, ¡recordad que una buena higiene es fundamental!
Fuentes:
Ava
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Ok Diario
Pharma 20
Infogen