Mujer emprendedora, ¿estás pidiendo ayuda?
La mujer emprendedora–como toda mujer–tiende a recargarse de trabajo pensando que ella será capaz de arreglárselas sola. Muchas veces no pide ayuda porque no sabe cómo hacerlo. Si tú estás cansada y estancada, aquí tienes 3 pasos para pedir ayuda de forma efectiva y dirigida.
Una de las habilidades que más admiro de las mujeres es su espíritu de sacrificio a la hora de enfrentar obstáculos en su vida.
Lo he visto en mi propia vida y en la de otras mujeres. Cuando se trata de pelear por los nuestros, somos leonas. Sacamos nuestras garras y peleamos la pelea.
No titubeamos en posponer nuestros deseos por el bien de los demás y somos rápidas al ceder nuestra propia comodidad en pos del progreso de todo el grupo familiar o empresarial.
¿Cómo habría de ser diferente? Dios nos creó para ser madres, cuidadoras y protectoras. Lo malo es que lo hacemos hasta el punto de perjudicarnos a nosotras mismas.
Por eso, a pesar de que esta actitud es loable -y muy necesaria en algunas situaciones-, puede causarte muchos problemas a la hora de emprender.
Si tú estás acostumbrada a cargar rápidamente tu mochila con tus tareas y tus problemas, pensando que "de alguna manera me las voy a arreglar", ten cuidado, ¡porque tu capacidad de resolver problemas y de enfrentar situaciones nuevas tiene sus límites!
A veces es necesario pedir ayuda.
Si hoy te sientes:
Estancada, porque no logras salir de tu nivel de ingresos, a pesar de tus esfuerzos.
Agobiada, porque estás trabajando mucho y viendo muy pocos resultados.
Confundida, porque te falta la claridad necesaria para tomar acción en forma decidida.
Entonces la frase: "de alguna manera me las voy a arreglar", ya no te hace justicia.
Yo he aprendido a no recargarme con trabajo excesivo y de reconocer ese punto en el cual ya no podría sola hace mucho tiempo, y he dilucidado una manera muy efectiva de pedir ayuda.
Aquí tienes mis 3 pasos para pedir ayuda que me ayudan a no caer en la postergación, el cansancio y la confusión:
1. Analizo la situación
Muchas veces el agobio y el cansancio no vienen por un exceso de trabajo, sino por temores internos que sientes al estar enfocándote en un mal desenlace de lo que estás enfrentando. Esto lleva a que te canses por atormentarte mentalmente cuando, generalmente, la solución al problema no requiere de tanto trabajo ni tiempo tuyo.
La solución al miedo es fácil: en vez de enfocarte en un mal desenlace, pregúntate qué pasaría si NO sucediera algo malo y si lograras tener éxito con tus planes. Imagínate un buen resultado y busca a Dios con todo tu corazón. ¡Él no te creó para fracasar, sino para triunfar!
2. Prepárate para tomar acción
Una vez que hayas sacado el miedo del camino, determina tus tareas diarias y semanales. No anotes solamente las que estás haciendo, sino también las que sabes que deberías estar haciendo y no logras realizar.
3. Pide ayuda
Una vez que tengas tu lista hecha, determina cuáles de esas actividades tienes que hacer tú necesariamente. Sé muy honesta contigo misma. Deja tu perfeccionismo de lado y no marques las tareas que no dependen 100% de ti.
Luego pide ayuda a estos 3 niveles:
1. A tu familia y conocidos
A veces es sólo cuestión de comunicarte bien con tus seres queridos y aclarar que te sientes muy recargada de trabajo y que necesitas de su ayuda. Muchas veces una amiga puede socorrerte con pequeños gestos que te traerán un gran alivio.
¡No tienes que hacer todo tú sola!
2. Ayuda profesional puntual
Muchas tareas propias de un negocio online, como subir contenido a tu blog, contestar tus emails o enviar tus boletines, pueden -y deben- delegarse. Lo bueno de un negocio online es que puedes contratar ayuda por horas. www.Odesk.com es un buen lugar para encontrar "freelancers" muy calificados que te pueden asistir en tu negocio.
Si necesitas contratar a una "mano derecha" que te asista en tu negocio, www.miasistenciavirtual.com.ar es una excelente opción.
3. Contrata a un mentor
Una de tus mejores inversiones será el pedir la ayuda de una persona que ya ha llegado donde tú quieres llegar.
Yo personalmente nunca he trabajado en la web sin una mentora. La frase "de alguna manera me las arreglaré" nunca aplicó para mí en el ámbito de los negocios, porque estaba totalmente consciente de que no sabía cómo establecer un negocio online, por mucho que trabajara.
Lo mismo es válido para ti. Si tú quieres llevar tu negocio a un nivel en donde nunca has estado, no lo podrás hacer sola. ¡Necesitas ayuda de alguien que ya ha estado ahí!
Autor: Bettina Langerfeldt
Fuente: Gestiopolis