Llorar es una experiencia muy humana. No solo podemos llorar en un momento de tristeza sino que incluso podemos emocionarnos con la vida y llorar de alegría. A veces, sentimos que llorar es lo único que nos queda. Y sin embargo, aunque llorar pueda parecer una actitud pasiva ante los problemas, en realidad, llorar es una forma de expresión y como tal produce muchos beneficios positivos sobre la salud emocional. ¿Cuáles son estos beneficios?
Beneficios de las lágrimas
1. Llorar es un desahogo. Las lágrimas, al igual que el agua, tienen un poder depurativo, es decir, curan las heridas, ayudan a cicatrizar ese dolor. Cuando te desahogas sientes que el peso de tu alma duele menos.
2. Fomenta la introspección. A veces, estamos tan enfocados en el problema en sí mismo, en esa situación que queremos afrontar, que nos olvidamos por completo de nosotros mismos. Y este es un error importante. Es decir, es fundamental intensificar la introspección de mirar dentro de ti. Y esto ocurre cuando lloras, detienes tu paso.
3. Identificas tus límites. No somos máquinas. Las situaciones nos afectan. Y sin duda, el llanto es una forma de reconocer nuestra vulnerabilidad, es decir, de reconocer nuestros propios límites y darnos cuenta de cómo no podemos llegar a todo por mucho que nos esforcemos.
4. Expresar emociones. La inteligencia emocional refleja la importancia de la expresión emocional. Sin embargo, no solo puedes expresar cómo te sientes a través de la palabra sino también, por medio de las lágrimas. Habrá momentos en los que no encuentres mejor forma que esta de decir qué sientes.
5. Liberas la tensión contenida. Es decir, mientras que la represión produce un lastre, un peso que duele, por el contrario, el llanto actúa como un estímulo de libertad que te permite aliviar esta tensión contenida. Una tensión emocional que incluso se torna física a través de la rigidez corporal propia del dolor y la preocupación.
6. Llorar es una terapia. Es decir, llorar sana las heridas. Es una respuesta emocional acorde a situaciones en las que un dolor se enquista y te apetece disfrutar del momento presente.
7. Llorar te acerca a los demás. Evidentemente, tendemos a llorar únicamente delante de las personas más cercanas a nosotros. Sin embargo, este gesto proyecta confianza y esto fortalece las relaciones personales. Es decir, llorar delante de un amigo es un gesto de intimidad compartida con alguien que te abraza con su presencia. De hecho, el llanto despierta empatía en los demás.
8. Liberas los bloqueos. A veces, experimentamos bloqueos emocionales que son fruto de la tensión del momento. Pues bien, el simple gesto de llorar puede ayudarte a avanzar y a solucionar ese momento a través de un gesto de claridad mental.
9. Llorar afecta a la experiencia subjetiva del dolor minimizando el impacto de un sufrimiento. Es decir, el sufrimiento sigue ahí, sin embargo, al expresarlo consigues liberarte de ese peso.
10. Conectas con tu yo infantil. Con aquel bebé que un día fuiste.
Por tanto, llorar es necesario y saludable.