No podemos obviar que la sociedad de hoy en día está un poco obsesionada con el ideal de delgadez y cuerpo perfecto. Culto al cuerpo, machacarse en el gimnasio y vivir a base de dietas son asuntos muy presentes entre nuestros congéneres. Aunque también es cierto que en los últimos tiempos está cambiando poco a poco este ideal, y que cada vez son más las mujeres y los hombres que defienden el estar sanos y activos, el hacer deporte por sentirse bien, antes que tener unos abdominales perfectos o un cuerpo de “escándalo”. Cada cual tiene su cuerpo, sus medidas, sus anchuras y su predisposición a tener un poco más de grasa acumulada en alguna parte del cuerpo. Y es normal y totalmente sano. Sin embargo, la otra cara de la moneda pasa por dejarse, por abandonarse hasta cargar con unos kilos que no nos vienen nada bien y que no son sanos, que además nos dan problemas en nuestro día a día y pueden acabar por convertirse en una carga difícil de abandonar. Por ello, es importante saber qué peligros acarrea la obesidad para no caer en ellos y, en cambio, optar por una vida sana y equilibrada:
Diabetes o azúcar (glucosa) alta en la sangre.
Hipertensión: presión arterial alta.
Altos niveles de triglicéridos en la sangre y de colesterol.
Posibilidad de ataques cardiacos por causa de cardiopatías coronarias, accidentes cerebrovasculares o insuficiencias cardiacas.
Debido al mayor peso que se ejerce sobre huesos y articulaciones pueden surgir problemas óseos y en las articulaciones, lo que puede convertirse en osteoartritis.
Apnea del sueño (dejar de respirar durante el sueño), lo que puede producir fatiga y somnolencia durante el día y, por tanto, una menor atención y problemas en las tareas del día a día.
Problemas en el hígado y cálculos biliares.
Además de la posibilidad de desarrollar algunos tipos de cánceres, como son los de mama, endometrio, colón, riñón y esófago.
Como has podido comprobar, la obesidad acarrea una larga lista de problemas que pueden dificultar la vida de las personas, además de que si se desencadenasen varios al mismo tiempo supondría una muy mala calidad de vida para la persona en cuestión. Por ello es importante mantenerse activo y llevar una dieta sana, porque solo así conseguiremos ser dueños de nuestro cuerpo y utilizarlo como queramos. Así que si crees que la obesidad es o puede llegar a ser un peligro para tí, no dudes en consultar a un nutricionista que te ayude y te anime a bajar esos kilos que no son para nada buenos para tu salud y tu vida. Y ante todo: no te abandones ni lo des todo por perdido.
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Fuente de las imágenes: Pinterest
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