Para establecer una relación de empatía con alguien, tenemos que meternos en su piel, su contexto, sus creencias, sus valores. Solo desde ahí podemos comprender sus emociones, sus palabras, su forma de hacer. Empatizar con la persona que tenemos enfrente es fundamental para buscar puntos de encuentro en la resolución de conflictos, nos facilita la relación con los demás y nos ofrece una visión más amplia del mundo.
Esta cualidad requiere mucho trabajo desarrollarla sino la traes de serie, pero merece la pena el esfuerzo, porque los beneficios que nos aporta se extienden a todos los ámbitos de la vida. Desde la relación de pareja, el trato con tus hijos o incluso el día a día en la oficina. La empatía implica saber escuchar, mirando a los ojos y comprendiendo lo que la otra persona nos está contando. Implica también una respuesta por nuestra parte, una reacción, ser un apoyo real. Es importante hacerla saber que estamos ahí y que la entendemos. Pero no olvidemos, que después de ponernos en el lugar del otro, debemos volver al nuestro, para retomar la cuestión con toda la información obtenida y poder dar ese apoyo con control y conocimiento.
Cómo vais de empatía? Qué tal si la practicamos un poco esta semana?
Un abrazo!
Fotos: Sara González Carrasco