En otras palabras, lo que comes no es el único factor de una digestión saludable; cómo te mueves también puede afectar la digestión.
Una práctica regular de yoga puede ser una gran ventaja para nuestro sistema digestivo. Por un lado, el estrés puede hacer que el cuerpo tenga dificultades para digerir los alimentos, lo que lleva a síntomas gastrointestinales como hinchazón, malestar, estreñimiento o diarrea, y una práctica regular de yoga puede calmar nuestra respuesta al estrés. Pero también, el yoga puede ayudar a impulsar un mayor flujo sanguíneo a los órganos internos, para aumentar el oxígeno y los nutrientes a órganos específicos para que puedan hacer mejor su trabajo (¡como digerir!).
Yoga para mejorar la digestión
Siga leyendo para probar posturas de yoga para mejorar la digestión.Gato-vaca (Marjaryasana-Bitilasana)
Piensa en esta postura clásica como un masaje para tu sistema digestivo. Alternativamente, arquear y luego redondear la espalda comprime y alarga los intestinos para ayudar con la digestión y la salud en general.
Inhala y exhala mientras haces la transición entre el gato y la vaca para aprovechar al máximo la postura, y piensa que el movimiento comienza en el vientre: deja que el ombligo se relaje para arquear la espalda y mirar al techo (postura de la vaca) y luego contraer tus abdominales para pasar a la postura del gato.
Postura extendida del cachorro (Uttana Shishosana)
Me encanta hacer esta pose después de las comidas para estirar el estómago y también me ayuda a aliviar los calambres leves que surgen al digerir una gran comida.
Piensa en la pose como una mezcla entre el perro hacia abajo y la postura del niño: tus caderas son el punto más alto del cuerpo, pero puedes estirar los abdominales. La postura se ha utilizado para ayudar a aliviar el malestar estomacal causado por los gases dado que las caderas están en el punto más alto del cuerpo, puede ayudar a liberar las burbujas de gas atrapadas (asqueroso, pero nos pasa a todos, ¿verdad?).
Postura del triángulo girado (Parivrtta Trikonasana)
Si bien esta postura es una de las más desafiantes, también puede ser una de las más gratificantes (y, para decirlo claramente, se siente muy bien para el torso). Gracias al giro profundo del torso, la postura del triángulo girado puede vigorizar los órganos abdominales y estimular la digestión. Solo asegúrate de girar desde el abdomen (debe sentirlo en los oblicuos) para evitar ejercer presión sobre el cuello o la parte superior de la espalda.
Postura del arco (Dhanurasana)
Si bien debes evitar esta postura si actualmente experimentas hinchazón o dolor de estómago (la presión puede sentirse demasiado intensa), la postura del aarco es un gran estiramiento para probar a primera hora de la mañana o entre comidas para ayudar a estimular la digestión.
Una vez en la posición, usa la respiración para crear un movimiento de balanceo: inhala para permitir que el abdomen se expanda (balanceándose ligeramente hacia atrás) y exhala para contraer los abdominales (balanceándose ligeramente hacia adelante). Este movimiento (y la respiración misma) masajea el sistema digestivo. No olvides activar los glúteos, lo que aliviará la presión de la zona lumbar, la columna vertebral y los huesos de la cadera.
Perro boca abajo (Adho Mukha Shvanasana)
Si bien muchos yoguis piensan en la pose común como un estiramiento de los músculos isquiotibiales o un ejercicio de brazos, también es un entrenamiento central increíble cuando se realiza correctamente, lo que significa que también estimula todo el torso (incluido el sistema digestivo).
Primero, usa tu núcleo para presionar las caderas hacia atrás y hacia arriba (en lugar de venir de los brazos) activando y tirando de los abdominales hacia atrás. Una vez en la posición, respira profundamente hacia el abdomen tirando del abdomen hacia arriba, que se dice que nutre los intestinos.
Postura de la guirnalda (Malasana)
Una de las mejores posturas de yoga para la digestión es Malasana (o sentadillas profundas). Cuando las rodillas, los tobillos y las caderas están profundamente dobladas (como en esta postura), estimula el fuego digestivo.
Esta posición relaja el sistema digestivo, permitiendo que los desechos pasen por el sistema digestivo más fácilmente.
Torsión espinal supina (Supta Matsyendrasana)
Mi pose de yoga favorita de todas (tan relajante) también promete importantes beneficios para la salud digestiva. Empieza a girar hacia la derecha, respira a través del giro y luego muévete hacia el otro lado del cuerpo, dando a cada lado la misma atención, respiraciones y tiempo. Similar a la postura del triángulo girado, girar el torso puede ayudar a estimular el sistema digestivo de una manera mucho más simple y relajante.
Saludo al sol (Surya Namaskar)
Un saludo al sol es una serie de poses que crean un flujo de movimiento. Hacer la secuencia dos veces seguidas calienta el cuerpo, pero también calienta el fuego digestivo. Las poses en un saludo al sol alternan entre estirar y comprimir los órganos abdominales, por lo que esta parte del cuerpo se trabaja y se estimula para una mejor digestión.