Uno de los servicios de salud más importante es el que ofrecen los centros de día. Centros que tienen un carácter asistencial, pero que difieren de las residencias en que como indica el propio nombre, las personas que asisten cada día al centro regresan nuevamente a su casa por la noche.
Beneficios terapéuticos de los centros de día
Esta fórmula es una ventaja para el paciente que se siente totalmente integrado en la familia y también, para la propia familia que puede conciliar mejor tener su propio espacio con la exigencia que supone cuidar de una persona durante tanto tiempo. Los centros de día cada vez tienen una mayor presencia en las ciudades.
Espacio de socialización para el mayor
Este es uno de los puntos más importantes. Es decir, la persona puede disfrutar de la alegría de acudir cada día al centro y encontrarse allí con sus compañeros. En un entorno de bienestar y seguridad. Compañeros con los que establece lazos y amistad. Algo muy importante ya que el riesgo de pasar mucho tiempo en casa es la tendencia al aislamiento o la falta de rutina social al estar rodeado durante la mayor parte del tiempo por las mismas personas. Por tanto, acudir a un centro de día implica una ganancia afectiva y autoestima.
Un espacio de socialización siempre importante, pero especialmente, durante el invierno y los días grises que invitan al abrigo de permanecer en un espacio cerrado.
Estímulos y bienestar
En los centros de día trabajan monitores especializados, profesionales expertos que ofrecen un acompañamiento permanente a las personas e imparten dinámicas de entretenimiento que además de una forma de ocio también estimulan la mente y los reflejos. No es de extrañar que muchas personas noten una considerable mejoría después de haber acudido a un centro de día.
La atención que recibe el paciente durante su estancia en el centro de día es totalmente personal. Por ejemplo, talleres de manualidades, ejercicios de agilidad mental, actividades culturales… La oferta varía de un centro a otro.
Rutina marcada
Los hábitos son muy importantes para establecer una rutina de horarios en relación con puntos tan importantes como el descanso y las horas de alimentación. Gracias a esta rutina marcada, la persona experimenta un bienestar al situarse mejor en la jornada sabiendo qué viene después.
Pero además, la persona disfruta más del tiempo que comparte con la familia gracias a la calidad de las experiencias compartidas en espacios diferentes. Y a su vez, la propia familia, al tener un mayor nivel de descanso, también disfruta más de esos periodos de rutina familiar. Existen distintos centros de día, por esta razón, conviene consultar distintas propuestas en relación con los servicios y presupuesto.
Al asistir a un centro de día, es natural que la familia al principio note el cambio, sin embargo, se necesita de un proceso de adaptación a la nueva rutina. Pero una vez integrado este cambio, todo son mejorías.