La vaginosis bacteriana afecta sobre todo a mujeres en edad fértil, mientras que la tricomoniasis puede afectar tanto a hombres y mujeres. La tricomoniasis es una enfermedad de transmisión sexual causada por un parásito microscópico que puede vivir y multiplicarse en el área vaginal. Los hombres normalmente no experimentan ningún síntoma, pero pueden trasmitir la enfermedad a la mujer durante el contacto sexual. Algunos hombres podrían experimentar síntomas como picazón y ardor. Este parásito no sobrevive en la boca.
Similar a la vaginosis bacteriana, la tricomoniasis también se presenta con un flujo vaginal maloliente como a pescado, pero el flujo de una persona con tricomoniasis es espumoso y puede variar de amarillo a verde grisáceo en color, sin embargo el flujo vaginal en la vaginosis es comúnmente de un color blanco turbio. El tratamiento suele ser el mismo para ambas condiciones, generalmente con el antibiótico metronidazol.
Complicaciones de la vaginosis bacteriana y la tricomoniasis
Si no se tratan, tanto la vaginosis como la tricomoniasis pueden tener efectos nocivos para la salud femenina. Ambas pueden llevar a complicaciones graves, como la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) y pueden causar complicaciones en el embarazo, como parto prematuro. También dejan a la mujer en mayor riesgo de contagiarse con otras enfermedades de transmisión sexual, como el VIH. Tanto la mujer como su pareja deben tratarse una vez que se diagnostique una de estas, para evitar una mayor propagación de la infección.
Se recomienda buscar atención médica una vez que se noten los síntomas de cualquier tipo de infección vaginal. Esto es muy importante porque como ya vimos, en ocasiones los síntomas se parecen y no debemos asumir un diagnóstico por nuestra cuenta. Es mejor acudir al médico a tiempo que lamentarse más adelante sólo porque somos demasiado tímidas o nos da vergüenza hablar sobre los síntomas que tenemos. Si tienes tricomoniasis, no te desesperes. De todas las ETS, esta es una de las más curables.