Dentro de la categoría de aceite de oliva, podemos distinguir diferentes tres tipos diferentes como son: el aceite de oliva, el aceite de oliva virgen y el aceite de oliva virgen extra, al que también se le conoce con las siglas AOVE.
De los tres, el de mayor calidad de todos es el virgen extra, que se obtiene de las mejores aceitunas, las que aún se encuentran en el árbol en el momento de la recogida. Su color es más verdoso y más intenso que el de los otros dos tipos y además cuenta con más vitaminas y minerales.
Las propiedades y los beneficios del aceite de oliva virgen extra
El aceite de oliva virgen extra es un producto de vital importancia para nuestro organismo. Muchas son las ventajas y beneficios que aporta a quienes lo consumen con asiduidad:Favorece la absorción del calcio, por lo que ayuda al crecimiento de los niños y contribuye a tener unos huesos más sanos y fuertes.
Es un gran aliado de la salud cardiovascular. Ayuda a regular los niveles de colesterol en la sangre.
Los antioxidantes presentes en el AOVE se encargan de retardar el envejecimiento y la aparición de las enfermedades degenerativas.
Mejora el sistema circulatorio.
También cabe destacar el aroma y el sabor intenso que aporta a los platos que condimenta.
Actúa como lubricante natural para nuestro organismo; combate el estreñimiento y contribuye a tener una mejor digestión.
Tiene propiedades anticancerígenas.
Reduce el riesgo de padecer diabetes de tipo 2.
La piel, las uñas y el cabello tienen un mejor aspecto gracias al consumo del AOVE. Por todas estas razones es una gran idea consumir a diario aceite de oliva virgen extra. Además, es fácil de conseguir, puesto que lo puedes encontrar en cualquier supermercado del territorio nacional.
Usos del aceite de oliva virgen extra
El AOVE es un producto indispensable para cualquier cosa que quieras preparar en la cocina. De entre sus usos podemos destacar los siguientes:Ensaladas: el aceite, la sal y el vinagre son los ingredientes que nunca pueden faltar en cualquier ensalada.
Tostadas y bocadillos: un poco de virgen extra en tus bocadillos y tostadas es ideal para que el pan esté jugoso y apetecible.
Freír: en un país como este en el que se fríe tanto, el AOVE no puede faltar en las sartenes, peroles y freidoras.
Cocinar a la plancha: mientras que en otros países cocinan con un poco de mantequilla, en España utilizamos aceite de oliva para que la comida no se pegue a las sartenes y para darles un poco más de sabor.
Salsas: el aceite es un producto muy utilizado en la elaboración de salsas. En algunas este ingrediente juega un papel determinante, siendo el protagonista, y en otras es algo testimonial, pero imprescindible.
Repostería: aunque pueda parecer que no, el aceite también es necesario para elaborar pasteles y postres varios. En definitiva, el AOVE es un superalimento mediterráneo y tomar un poco a diario contribuye a que tengamos una vida más sana y más equilibrada.