La razón es que no siempre se tiene todo como se cree. En ocasiones nuestra alegría se va dando poco a poco segundo a segundo, nos molestamos cuando no viene en abundancia. Pero que sucede después al darte cuenta que ahí esta siempre a tu lado que solo basta sonreír un poco para recibir un cachito de alegría.
Sonreír al menos por un momento.
Estos días me he sentido muy triste dice alguien por ahí. ya no me siento como antes. Por supuesto que no ya, han pasado varios años, ya nada es lo mismo, no vuelves a sonreír igual, quizás puedes sonreír más o quizás menos, ya no te sientes con el mismo animo y en ocasiones te tienes que levantar de ese momento que te hace sentir frustración y desanimo, ya no sufres igual ahora sufres de todo porque estas creciendo por que tu cuerpo ya no es el mismo. Pero el secreto no es solo lo que sientes o lo que te dicen es como lo transmites y lo recibes.
Ahí una frase que siempre me sigue:
LOS PEQUEÑOS DETALLES SON LO QUE HACEN LA DIFERENCIA.
Totalmente de acuerdo, ese sentimiento cuando hacer o recibes algo, los detalles que están dedicados a ti, porque sabes que es algo que estas recibiendo, las personas en muchas ocasiones mentimos por lo que recibimos, creemos que era lo que esperábamos para no hacer sentir mal a los demás, El valor agregado de lo que das o recibes es ese pequeño toque personal que va dirigido a las personas.
Ese cachito de felicidad siempre es aquello que va dirigido hacia ti, esa atención, ese bello momento que sientes que alguien sabe que estas ahí que no importa la circunstancias te ha dado su tiempo y espacio no importa que el tiempo se reduzca pero esta ahí para escucharte, para agradecer que el universo ha conspirado para que este a tu lado.
Uno de tantos días me tome la libertad de elegir sonreír o llorar y hasta el día de hoy sigo siendo la misma pero con un poco de pequeñas modificaciones.
Porque he elegido ser yo y adaptarme a las circunstancias sin olvidar mi esencia y recordar que como yo, las personas a mi alrededor también están aquí dando su tiempo y su valor agregado para estar a mi lado.
Tengo mi familia, ocupaciones, tensiones, estrés y frustraciones, pero aun así he decidido que de los malos momentos tengo que recordar esa frase que mi madre me dice:
Tienes dos costales uno con agujeros y otro en buen estado, aquello que te ayuda ponlo en el costal que sabes necesitaras después, y aquello que no aporta a tu vida y da beneficio ponlo en el costal con agujeros para que no sea una carga.
Todo el tiempo busco un cachito de alegría volteo a ver a mis hijas y ahí es donde la encuentro, es verdad que no siempre estamos felices o enojadas las madres pero siempre nos hace falta un mimo, una caricia, un abrazo y no es que buscamos que nos amen, pero sabemos que los que están a nuestro alrededor también necesitan un cachito de felicidad y si no lo recibimos hay que darlo porque en el pedir esta el dar.
Pero lo interesante es que nos damos cuenta que no estamos solas/os que siempre estamos ahí en el lugar que nos corresponde para aprender, que dejamos mas que una fortuna material un legado de emociones y que aquellos que están a nuestro alrededor hacen lo mejor que pueden con lo que tienen para que la armonía en el mundo fluya, ese cachito de felicidad que transmitimos, ese momento, ese minuto basta para generar un recuerdo esperemos que siempre sea agradable inolvidable y que dibuje en tu rostro una sonrisa.
Agradecimiento a todas aquellas personas que han pasado por mi vida y que yo he elegido que sean un buen recuerdo y aprendizaje.
Un abrazo a todas esas personas que han activado mis sensores.
Gracias a ti por estar aquí.
Fuente: este post proviene de Lidia ZuniReds, donde puedes consultar el contenido original.
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