En primer lugar hay que decir ante un dolor torácico a nivel de las costillas hay que descartar siempre que estemos antes un problema grave. Por ejemplo; la amenaza de un infarto de corazón, una angina de pecho, una neumonía incluso, un cáncer de pleura. Una vez descartados estos factores graves y también, descartado que el problema sea traumático, es decir, que el paciente asegure que no ha sufrido ningún golpe en esa zona, debemos pensar que el problema que origina ese dolor en las costillas se debe a una rigidez en la musculatura que rodea la parrilla costal. Normalmente esta rigidez esta provocada por estrés y ansiedad. Este estrés se puede canalizar a través de diferentes órganos por ejemplo si el estrés es de tipo crispación y enfado, suele canalizarse a través de una alteración del hígado, lo cual, provocará dolor en la parrilla costa o dolor de costillas en el lado derecho. Si el estrés es de tipo laboral, en una persona responsable que le cuesta desconectar del trabajo y de sus obligaciones, el problema se somatizara a través del estómago; provocando el dolor en la parrilla costal izquierda. Por lo tanto, el tratamiento además de abordar la rigidez de la parrilla costal a base de estiramientos, a base de masajes, movilización del diafragma, también debe abordarse cómo el organismo está adaptándose al estrés. Por lo que, el tratamiento deberá ir encaminado a mejorar la función del hígado, del estómago y del sistema nervioso general a base de un tratamiento de plantas medicinales y de consejos dietéticos y nutricionales.
DISFUNCIÓN VISCERAL Y DOLOR DE ESPALDA
CÓMO SOSPECHAR DE UN DOLOR DE ORIGEN VISCERAL
Roberto Junquera Landeta