¿Sabías que fortaleciendo algunas de tus habilidades personales puedes mejorar tu felicidad? Algunas de estas habilidades han sido estudiadas por los científicos demostrando su relación con la percepción de felicidad en las personas, estas habilidades son: la conciencia, la estabilidad emocional, la determinación/perseverancia, el auto control y el optimismo.
Si las fortaleces te aportarán mejoras en tu bienestar y salud, pero sobre todo aumentarán tu predisposición para la felicidad.
Estas son algunas de las conclusiones de una investigación realizada en base al análisis de 8.119 participantes adultos, publicada por Andrew Steptoe y Jane Wardle, investigadores del University College of London.
Para explicar mejor la importancia de estas cinco habilidades personales, los investigadores se preguntaron si alguna de ellas era más importante que las demás, sus resultaron mostraron que ninguna lo es, es decir todas son importantes por igual.
¿Influye el dinero o las salud?
Cuando se preguntaron si la condición socio económica de los participantes influyó en los resultados, encontraron que tener más o menos riqueza no tiene importancia, y el mismo resultado se halló en cuanto a la salud declarada por los participantes antes del estudio.Resulta interesante destacar que los investigadores eligieron el término habilidades personales en lugar de rasgos, con la intención de expresar que las habilidades son innatas, pero para quienes no las tienen, estas se pueden desarrollar, y con algo de práctica y repetición, se pueden convertir en destrezas, es decir todos podemos desarrollar estas habilidades personales y alcanzar la destreza si las hacemos hábitos.
Estos hallazgos no deben llevarnos a pensar que alguna combinación de estas cinco habilidades personales, resulten en una fórmula mágica para la felicidad, ni tampoco en una receta para ser feliz.
Hablando seriamente, es poco probable que cualquier fórmula, lista de pasos o receta para ser felices, sean realmente efectivas.
Recordemos que la felicidad es una emoción y no un estado; por lo tanto, los seres humanos estamos equipados por la naturaleza para ESTAR felices, pero no para SER felices, aunque parezca un juego de palabras, no lo es. ESTAR es algo sujeto a las circunstancias por lo tanto es temporal, SER denota un estado o condición estable, y de ahí que muchos busquen y persigan una felicidad ilusoria. Os prometo ahondar en un próximo artículo sobre esto último.
Para aprovechar los resultados de la investigación y con la intención de ayudarnos a practicar y desarrollar estas cinco habilidades personales, os dejo a continuación algunas definiciones que he encontrado.
Conciencia: Conocimiento responsable y personal que el ser humano tiene de su propia existencia; sobre una cosa determinada (como un deber o una situación); de sus estados (como emociones y sentimientos); y de sus actos.
Estabilidad emocional: Es uno de los factores de personalidad más importantes, está relacionada con la capacidad de manejar la propia vida en general, así como con una mayor o menor satisfacción en la vida.
Las personas con una alta estabilidad emocional tienen un buen nivel de control de sus emociones y no se ven afectadas con facilidad por los problemas o reveses de la vida. Aunque puedan sentirse mal de vez en cuando, por lo general suelen estar libres de emociones negativas persistentes.
Las personas con una baja estabilidad emocional toleran muy mal la frustración o el estrés, suelen ver las situaciones ordinarias como amenazantes y las frustraciones de la vida diaria las interpretan como difíciles, irresolubles o catastróficas, sus emociones negativas tienden a persistir durante mucho tiempo.
Determinación o perseverancia: Es la fortaleza mental para alcanzar los objetivos realizables que nos proponemos y no abandonar ante las dificultades, sorteando los obstáculos hasta alcanzar la meta. No se debe confundir con testarudez u obstinación.
Auto Control: Es una habilidad que tiene como objetivo entender y examinar las emociones a las que una persona se encuentra expuesta en su día a día, esta habilidad ayuda a manejar mejor los problemas disminuyendo el desgaste psicológico. Genera y potencia la autoestima, estimula las relaciones interpersonales, mejora el rendimiento de la persona en distintos ámbitos, como el laboral, el académico, etc.
Optimismo: Es una actitud ante la vida, las circunstancias, los hechos o cualquier otro aspecto, en la que, ante una incertidumbre, pensamos de forma positiva y razonablemente creemos que las cosas saldrán bien.
Nota: El artículo ha sido publicado originalmente en Saludterapia.