Las opciones de tratamiento y las recomendaciones para el cáncer vulvar dependen de varios factores, por ejemplo:
El tipo y la etapa de la enfermedad
Posibles efectos secundarios
Preferencias del paciente
Salud general del paciente
El plan de atención puede incluir el tratamiento de los síntomas y efectos secundarios, ya que esta es una parte importante en el cuidado del cáncer. Es fundamental que la paciente dedique un tiempo a aprender sobre todas sus opciones de tratamiento, asegurarse de esclarecer cualquier duda y conocer los objetivos de cada tratamiento, así como los posibles efectos secundarios.
Visión general del tratamiento para la neoplasia intraepitelial vulvar (NIV)
La NIV es una condición precancerosa que generalmente se trata mediante la simple extirpación quirúrgica de la enfermedad. El plan de tratamiento puede incluir cirugía con láser, terapia fotodinámica y / o medicamentos aplicados a la zona vulvar. Dependiendo de la extensión, a veces se recomienda la extirpación quirúrgica de la vulva.
Visión general del tratamiento para el cáncer vulvar
El principal tratamiento para el cáncer vulvar es la cirugía. La radioterapia y la quimioterapia pueden utilizarse si el cáncer no puede eliminarse completamente con la cirugía, si el cáncer es de alto riesgo para la recurrencia o si los ganglios linfáticos están involucrados. Si el tumor se ha diseminado lo suficiente como para no poder realizar la extirpación, a veces el tratamiento inicial es la radioterapia, con o sin quimioterapia. Después de este tratamiento se considera la extirpación quirúrgica de la vulva si el tumor no desaparece.
Las mujeres con cáncer de vulva suelen tener preocupaciones acerca de si estos tratamientos pueden afectar su función sexual y la fertilidad. Esos temas deben ser discutidos con el equipo médico antes de comenzar el tratamiento.
Descripción de las opciones de tratamiento más comunes
Cirugía. La cirugía es la extirpación del tumor y de algún tejido sano circundante. Debido a la ubicación y la sensibilidad del tejido vulvar, el tipo de cirugía elegido se considera cuidadosamente. Las opciones quirúrgicas para el cáncer vulvar incluyen:
Cirugía láser. La cirugía con láser es el uso de un haz de luz enfocado que quema el cáncer en la piel. Puede usarse para tratar condiciones precancerosas, pero no puede usarse para tratar un tumor invasivo.
Escisión. Esta es la eliminación del tumor y parte del tejido sano circundante, llamado margen. Si el procedimiento es extenso, puede denominarse vulvectomía parcial.
Vulvectomía. Esta es la eliminación parcial o total de la vulva. En una vulvectomía desollada sólo se elimina la capa superior de la piel. La vulvectomía simple es la extirpación de toda la vulva y la vulvectomía radical es la extirpación parcial o total de la vulva y el tejido profundo, incluyendo el clítoris.
¿Cómo hacer frente a la cirugía vulvar?
Muchas mujeres experimentan una gama de sentimientos después de la cirugía vulvar, como pérdida, tristeza o ansiedad. Incluso algunas pueden sentir que han perdido su identidad como mujeres. Otras se preguntan si podrán tener relaciones sexuales después de la cirugía.
Antes de someterse a cualquiera de estos procedimientos es importante hablar con el cirujano sobre la operación, los posibles efectos secundarios y el impacto en la calidad de vida.
Terapia de radiación. La radioterapia es el uso de rayos X de alta energía u otras partículas para destruir las células cancerosas. Se puede utilizar antes de la cirugía para reducir el tamaño del tumor o después de la cirugía para destruir las células cancerosas restantes.
El tipo más común de tratamiento de radiación se llama terapia de radiación de haz externo, que se aplica por fuera del cuerpo. Cuando el tratamiento de radiación se administra utilizando implantes, se llama radioterapia interna o braquiterapia. Un régimen de radioterapia por lo general consiste en un número específico de aplicaciones durante un período de tiempo determinado.
Los efectos secundarios generales de la radioterapia pueden incluir fatiga, reacciones cutáneas leves, malestar estomacal y movimientos intestinales lentos, daño al tejido vaginal saludable o estrechamiento de la vagina. La mayoría de estos efectos secundarios desaparecen poco después del tratamiento. Sin embargo, la vagina puede acortarse y estrecharse tanto que las relaciones sexuales no son posibles. Para evitar esto se suele recomendar el estiramiento de la vagina, varias veces a la semana, con un tubo plástico llamado dilatador vaginal.
Quimioterapia. La quimioterapia es el uso de fármacos para destruir las células cancerosas, generalmente deteniendo su capacidad de crecer y dividirse. La quimioterapia sistémica entra en el torrente sanguíneo para alcanzar las células cancerosas en todo el cuerpo. Generalmente se administra por vía intravenosa u oral.
Un régimen de quimioterapia por lo general consiste en un número específico de ciclos administrados durante un período de tiempo establecido. La paciente puede recibir un fármaco a la vez o combinaciones de diferentes fármacos al mismo tiempo.
Los efectos secundarios de la quimioterapia dependen de la persona y de la dosis utilizada, pero pueden incluir fatiga, riesgo de infección, náuseas y vómitos, pérdida del cabello, pérdida del apetito o diarrea. Estos efectos secundarios suelen desaparecer una vez que el tratamiento está terminado.
Para el cáncer de vulva, a veces se administra la quimioterapia semanal con cisplatino de forma intravenosa si el paciente también debe recibir radioterapia. El uso de este fármaco depende de factores como la salud general y la función renal. Si el cáncer ha regresado y se ha diseminado, a veces se consideran los fármacos que se usan en otros cánceres de células escamosas, como en el tratamiento del cáncer cervical.
¿Cómo tratar los síntomas y los efectos secundarios?
El cáncer y su tratamiento a menudo causan efectos secundarios. Además del tratamiento para disminuir, detener o eliminar el cáncer, una parte importante de la atención está enfocada en controlar los síntomas y efectos secundarios que sufre la persona. Este enfoque se llama cuidado paliativo o de apoyo, y como su nombre indica tiene el objetivo de apoyar al paciente con sus necesidades físicas, emocionales y sociales.
Los cuidados paliativos incluyen cualquier tratamiento que se centre en reducir los síntomas, mejorar la calidad de vida y apoyar a los pacientes y sus familias. Cualquier persona, independientemente de la edad o tipo y etapa del cáncer, puede recibir cuidados paliativos. Funcionan mejor cuando se inician desde temprano en el proceso de tratamiento del cáncer.
A menudo las pacientes reciben tratamiento para el cáncer y tratamiento para aliviar los efectos secundarios al mismo tiempo. De hecho, cuando esto ocurre la persona tiene síntomas menos graves, mejor calidad de vida y manifiesta que está más satisfecha con el tratamiento.
Los tratamientos paliativos varían mucho, pero suelen incluir medicamentos, cambios nutricionales, técnicas de relajación, apoyo emocional y otras terapias. También se puede recibir tratamientos paliativos similares a los destinados a eliminar el cáncer, como quimioterapia, cirugía o radioterapia.
Antes de comenzar un tratamiento como este, es importante hablar con el equipo de atención médica sobre los posibles efectos secundarios y las opciones de cuidados paliativos. Durante y después del tratamiento se debe informar al médico u otro miembro del equipo si se experimenta un problema, de esa forma podrá ser abordado más rápido.
Cáncer vulvar metastásico
Si el cáncer se ha diseminado a otra zona del cuerpo, se llama cáncer metastásico. Para las pacientes con este diagnóstico es aconsejable hablar con médicos que tengan experiencia en el tratamiento de esta etapa del cáncer, ya que pueden existir diferentes opiniones sobre el mejor plan de tratamiento.
El equipo de atención médica puede recomendar un programa que incluya una combinación de los tratamientos descritos anteriormente, sin olvidar los cuidados paliativos para aliviar los síntomas y los efectos secundarios. El diagnóstico de cáncer metastásico es muy estresante y difícil de soportar. Se anima a los pacientes y a sus familiares a hablar sobre cómo se sienten, así como a buscar ayuda en un grupo de apoyo.
Remisión y posibilidad de recurrencia
Una remisión es cuando el cáncer no puede ser detectado en el cuerpo y no hay síntomas. Esto también se denomina “sin evidencia de enfermedad”. La remisión puede ser temporal o permanente. Esta incertidumbre hace que muchos pacientes se preocupen por si el cáncer volverá. Aunque muchas remisiones son permanentes, es importante hablar con el médico acerca de la posibilidad de que el cáncer reaparezca.
Si el cáncer aparece después del tratamiento original, se denomina cáncer recurrente. Puede volver en el mismo lugar (recurrencia local), cercano (recurrencia regional), o en otro lugar (recidiva distante).
Cuando esto ocurre, comienza un ciclo de pruebas para evaluar los factores implicados en dicha recurrencia y valorar las mejores opciones de tratamiento. A menudo el plan de tratamiento se basa en los mismos procedimiento descritos anteriormente, cirugía, quimioterapia y radioterapia, pero pueden ser utilizados en combinación diferente o administrados a un ritmo diferente. El médico también puede sugerir la participación en ensayos clínicos que se dedican a estudiar nuevas formas de tratamiento para este tipo de cáncer recurrente.
Si el tratamiento del cáncer falla
La recuperación del cáncer no siempre es posible. Si el cáncer no puede ser curado o controlado, la enfermedad se clasifica como avanzada o terminal.
Este diagnóstico es estresante, el cáncer avanzado es difícil de asimilar para todas las personas. Es importante tener conversaciones abiertas y honestas con el equipo de atención médica para expresar sus sentimientos, preferencias e inquietudes. Ellos están siempre dispuestos a ayudar y muchos miembros del equipo tienen habilidades, experiencia y conocimientos especiales para apoyar a los pacientes y sus familias. Asegurarse de que el paciente está físicamente cómodo y libre de dolor es extremadamente importante.
Los pacientes que tienen cáncer avanzado y que se espera que vivan menos de seis meses pueden considerar un tipo de cuidado paliativo llamado cuidado de hospicio. El cuidado de hospicio está diseñado para proporcionar la mejor calidad de vida posible a las personas que están cerca del final de la vida.
Se anima al paciente y a su familia a valorar dónde se sentiría más cómodo: en casa, en el hospital o en un ambiente de hospicio. Los cuidados especiales de enfermería pueden hacer que permanecer en casa sea una alternativa viable para muchas familias.
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