En este trastorno hay una preocupación por un defecto imaginado en la apariencia y si llegara a existir algún pequeño defecto la preocupación de la persona es excesiva. Este pensamiento consume todo su tiempo y tiene una incapacidad para las relaciones sociales.
Hay mucha ansiedad por su apariencia, tienen quejas sobre partes de su cuerpo, algunos son específicos de las mismas otros son vagos, no hay una zona en concreto que les moleste sino que es todo en ellos que le causa ese malestar.
Las personas con este tipo de trastorno suelen aislarse porque estar con otros le supone más ansiedad de la que ya tienen, además sienten que son juzgados por sus “defectos”
Este tipo de trastorno debe ser diagnosticado por un especialista, ya que se puede confundir con otro tipo de trastornos como la Anorexia o Bulimia.
En casos muy extremos tienden a no salir nunca de casa, pero la mayoría suele exponerse a algunas situaciones sociales utilizando técnicas que disimulen.
Tienen comportamientos de comprobación, como ir mucho a mirarse al espejo, rituales para arreglarse, compararse con otro, estos comportamientos en muchos casos son compulsivos, en algunos casos las comprobaciones pueden durar horas.
Las personas que padecen este tipo de trastornos, están convencidas de que deben realizar cosas para cambiar esos defectos y por eso suelen someterse a muchos tratamientos o cirugías estéticas.
No debe confundirse con las preocupaciones normales sobre el aspecto físico o cirugías estéticas que puedas realizarte.
Actualmente en el DSM-V ha dejado de encontrarse como parte de los TCA para estar ubicado con el Trastorno Obsesivo Compulsivo, debido a que las características de este trastorno tienen que ver más con obsesiones y compulsiones aunque estas sean acerca de cómo se percibe el cuerpo
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Fuente: este post proviene de Rebeca Machado Valladares, donde puedes consultar el contenido original.
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