Los piojos son un problema bastante habitual y por ello se le han atribuido múltiples afirmaciones que todos habremos escuchado, pero ¿son ciertas?. En este post voy a intentar argumentar cuál de estas son ciertas o falsas basándome en los estudios científicos que existen al respecto.
Los piojos pueden convivir en nuestra cabeza en diferentes formas evolutivas, desde liendres (huevos de piojos), hasta piojos adultos pasando por las ninfas (formas jóvenes de los piojos). Se transmiten por el contacto directo entre cabezas, siendo incapaces de volar, saltar
Mito 1. Los piojos los pueden transmitir los perros
Falso.
Los piojos exclusivamente tienen afinidad por las cabelleras de los humanos. Por ello, ni el perro ni ningún otro animal es capaz de transmitir este parásito. Sólo en condiciones muy especiales de laboratorio se ha conseguido cultivar los piojos en una especie determinada de conejos1.
Mito 2. Los piojos afectan más a los niños
Totalmente cierto.
No es una cuestión relativa a la preferencia de los piojos por las cabezas de los niños, sino que esta relacionado con sus hábitos. Cuando juegan, juntan sus cabezas facilitando la transmisión de los piojos. Además, se ha visto que en niñas es más frecuente la aparición de piojos, tanto por sus hábitos de juego como por su melena habitualmente más larga1,2,3.
Otros factores de riesgo que favorecen la presencia de piojos son: un nivel socio-económico bajo, la longitud del cabello y determinados colores de pelo3.
Mito 3. La falta de higiene favorece la aparición de piojos
No se ha estudiado la falta de higiene como un factor de riesgo. Sí que es verdad que un nivel socio-económico más bajo3 está asociado a mayor probabilidad de infestación, pero esto puede tener múltiples explicaciones. Las familias con menos recursos se tratan con menos cantidad de producto (intentan repartirlo para que dure más), utilizando dosis menores a las necesarias para matar al parásito.
Mito 4. Los piojos púbicos y los capilares son lo mismo.
Falso.
Se trata de especies totalmente distintas. Los piojos púbicos conocidos como Pthirus pubis y causante de las ladillas, son incapaces de infectar el pelo de la cabeza. Por muy igual que nos parezca, los pelos del pubis tienen diferencias estructurales respecto a los de la cabeza. Las ladillas son incapaces de sostenerse en el cuero cabelludo y por su parte, los piojos de la cabeza son incapaces de sostenerse en el pelo púbico.
Tratamientos disponibles para los piojos
Aunque existen alternativas orales como la ivermectina, nunca se suelen utilizar por su peor perfil de toxicidad.
Generalmente se suelen utilizar tratamientos tópicos en forma de loción para acabar con las formas adultas de los piojos y liendres. Sin embargo, las ninfas (formas jóvenes del piojo) son inmunes en muchas ocasiones al tratamiento, ya que crean un exoesqueleto que las recubre y protege. Los tratamientos los podemos diferenciar en tres tipos diferentes:
Neurotóxicos: como el malation, permetrina No siempre efectivos al 100% porque se han desarrollado resistencias derivadas de su mal uso. No se deben utilizar sobre el pelo húmedo, ya que su efecto se puede diluir.
Basados en plantas: aceites esenciales de diferentes plantas se han utilizado para el tratamiento de los piojos. Aunque su perfil de seguridad es muy alto, la efectividad alcanza alrededor del 60-80%, por ello no son la mejor opción. Utilizar remedios caseros como el aceite de oliva u otros aceites caseros no es tampoco una buena opción, porque en muchas ocasiones no tienen la cantidad de aceites esenciales necesarios para combatir la infestación.
Dimeticonas: seguramente la mejor opción para el tratamiento. Dispone de un alto perfil de seguridad y además es efectivo hasta en el 99% de los casos. Por su mecanismo de acción, no se desarrollan resistencias a este tratamiento. ¿Su inconveniente? suele ser el producto más caro de los que encontramos en la farmacia.
Mito 5. Reaplicar el producto a los 7 días.
Cierto.
En cualquier momento existen las diferentes formas de piojos (adultos, ninfas y liendres) en nuestra cabeza. Como hemos comentado, las ninfas son muy resistentes a los tratamientos, por ello se recomienda reaplicar el tratamiento 7 días después de la primera aplicación para asegurar un desinfestación total. Durante este período se supone que lo que eran ninfas en la primera aplicación habrán pasado ya al estadio adulto2.
Terri L. Meinking Clinical Update on Resistance and Treatment of Pediculosis capitis
2. H. Feldmeier. Pediculosis capitis: new insights into epidemiology, diagnosis and treatment
3. Sadia Chaundry. The importance of socio-economic status and sex on the prevalence of human pediculosis in government schools children in Lahore, Pakistan